"Lo niego todo". Así empezó su declaración ante la juez Pilar de Lara el alcalde de Lugo, el socialista, Xosé Clemente López Orozco, imputado por cohecho y tráfico de influencias en la Pokemon. Pero es su palabra contra la de uno de los socios de Cechalva, empresa adjudicataria de la grúa, que declaró que el regidor recibía 2.000 euros en sobornos, y también contra el testimonio del delegado de Vendex en Galicia, José María Tutor, que, según destapó ayer el sumario, asegura que los pagos de su compañía iban dirigidos al "máximo" responsable del Concello de Lugo.

Tutor reconoce que "nunca" hubo ninguna "conversación" con el alcalde de Lugo. "Se entrega un sobre y, a partir de ahí, como se reparte no lo sé", declaró ante Pilar de Lara.

Los 3.500 euros que mensualmente enviaba su empresa iban dirigidos, según constató, "al máximo" responsable, pero también a Francisco Fernández Liñares y al propio delegado de Vendex en Lugo, Javier Reguera.

Orozco, sin embargo, defiende su inocencia. En su declaración ante la juez explicó que nunca intervino en las contrataciones del ayuntamiento. "Nunca en los 13 años que llevo de alcalde se ha cambiado una resolución de la mesa de contratación", alegó.

También negó sobornos. "Ni me lo ofrecieron, ni de forma directa, ni indirecta, ni por persona interpuesta. No es que no me lo den, es que ni siquiera me lo ofrecieron", recalcó.

Al preguntarle De Lara por qué asumió como alcalde las competencias sobre la Policía local, Orozco explicó que había "muchos problemas" y quería darles solución. Además reconoció que dio órdenes a los sargentos para que "sacaran los coches de las aceras".

En cuanto a Liñares, niega que le vincule a él una amistad, aunque reconoce que "confiaba en él" pese a que a veces "reñían".