Los once marineros del carguero vizcaíno Luno -cinco de ellos gallegos, de Boiro, Muros y Ribadeo)-, que el miércoles se partió en dos frente a las costas cercanas a la ciudad francesa de Bayona, serán repatriados a España en cuanto terminen de declarar ante los guardias, algo que podría ocurrir hoy, según anunció un portavoz de la armadora Naviera Murueta.

Para la naviera, la "prioridad" ahora es eliminar cualquier posibilidad de contaminación" y por eso ha contratado a la compañía holandesa Smit Salvage, que debería encargarse del bombeo del combustible que queda en los depósitos de la proa, la parte del navío que está varada en la playa de la localidad francesa de Anglet.

Un equipo de expertos subieron ayer a la proa y comprobaron que los tanques de combustible están intactos y pueden contener entre 60 y 80 metros cúbicos de fuel. Todo apunta a que el combustible que había quedado en la popa se ha vertido al mar, ya que sufrió una nueva rotura tras los embates del mar contra el espigón de piedras en el que quedó enganchado.

El carguero naufragó tras quedar sin control por una fallo eléctrico total. Las olas lo estamparon contra la costa.