La irrupción del enésimo temporal provocado por la borrasca Petra dejó ayer vientos casi huracanados superiores a los 150 kilómetros por hora, copiosas lluvias y numerosos incidentes, sobre todo en las provincias de Pontevedra y A Coruña. Aunque la ciclogénesis explosiva bajó su intensidad a media tarde, pero sin dar tiempo para evaluar los daños y recuperarse, hoy llega un nuevo frente que ha obligado a decretar la alerta roja -la sexta en el último mes y medio- en toda la costa gallega. Pero no será el último porque la Agencia Estatal de Meteorología prevé que otras dos intensas borrascas atraviesen la comunidad mañana y el viernes.

La intensidad del viento registrado ayer superó las previsiones meteorológicas. La racha máxima se produjo en el concello pontevedrés de Cuntis, donde se alcanzaron los 152,8 kilómetros por hora, aunque también fueron huracanadas en Burela (146 km/h), Cedeira (143), Oia (131,7), Fornelos (131) o Vigo (110). Y si el pronóstico hablaba de precipitaciones débiles, al final llegaron a ser muy intensas. Como en Santa Comba, donde se acumularon 89 litros por metro cuadrado, mientras que en Lousame se registraron 70 y en Santiago de Compostela, 50.

El Centro de Atención a Emergencias 112-Galicia gestionó entre las 12.00 y las 18.00 horas de ayer más de 350 incidencias a causa del temporal. Las provincias atlánticas fueron las que concentraron el mayor número de intervenciones. En Pontevedra se produjeron el 41%, mientras que el 39% fueron en A Coruña, el 15% en Lugo y el 4% en Ourense. La mayor parte de las incidencias estuvieron relacionadas con caídas de árboles y ramas (159), vertidos en las carreteras (29), bolsas de agua (17) y carteles caídos (12).

Una de las incidencias más espectaculares ocurrió en Foz, donde el viento se llevó la cubierta del instituto de enseñanza secundaria. En un colegio de Tomiño un árbol cayó en el patio, sin causar ningún herido, y en Gondomar un edificio municipal y un coche quedaron totalmente anegados debido al desbordamiento del río Miñor.

Las inundaciones se repitieron en diversas zonas por toda la costa, especialmente en Pontevedra, Vigo, Marín y las comarcas de O Morrazo y de Arousa, con bajos comerciales, garajes, plazas y calles completamente a rebosar de agua.

También se registraron caídas de árboles, tejas, vallas publicitarias y chapas metálicas de los tejados obligaron a cortar al tráfico numerosas carreteras y calles, como en el centro de la ciudad de Pontevedra. En Santiago, fue la lluvia la que provocó que el río Sar arrastrase un coche en el que no había nadie y que estaba aparcado cerca del Multiusos y el viento en Cangas derribó un pino de grandes dimensiones que aplastó una furgoneta con su conductor dentro. El piloto resultó ileso porque el árbol cayó sobre el asiento sin ocupar del copiloto.

En Ourense un trabajador resultó herido al sufrir una caída debido al empuje del viento cuando pasaba un tren en la salida de la estación ferroviaria. El temporal también provocó cortes en el tráfico ferroviario en Catoira y Padrón y en la autovía de Pontevedra a Marín, en este caso por una nueva subida de la marea. En Catoira, un particular alertó de la caída de un árbol sobre la vía férrea que impedía el paso de convoyes. Y en Padrón, un paso elevado también cayó a las vías del ferrocarril.

Un metro de nieve

No solo la lluvia y el viento fueron protagonistas ayer en Galicia. En Lugo, la nieve que cayó en las últimas horas llegó a alcanzar en algunos puntos acumulaciones de hasta un metro de alto, según informó la Diputación Provincial, y en dos centros educativos de esa comarca se suspendieron las clases, además de cortarse la circulación en nueve viales provinciales.

Debido al temporal, 9.205 alumnos de 54 centros de las provincias de Ourense y Lugo se quedaron ayer sin clase. De ellos, 9.075 eran de 40 centros de A Mariña, donde se había suspendido la actividad escolar en 15 ayuntamientos de la zona. Para hoy, la Xunta informó de que permanecerán abiertos los colegios de toda la comunidad.

La calma tras la ciclogénesis explosiva de ayer "va a durar poco", según MeteoGalicia, porque hoy el viento volverá soplar con fuerza, aunque no tanto como ayer, y se prevén alcanzar los 80 km/h. Hoy empeorará la situación en el mar, por lo que se ha decretado la alerta roja por olas que pueden superar los nueve metros de altura. La peor hora será a las ocho de la mañana con la pleamar.

En tierra la situación se normalizará hasta mañana, cuando está previsto el paso de la borrasca Qumaira, por la que se activará la alerta naranja por viento que puede superar los 100 km/h. Según MeteoGalicia, si bien esta se prevé intensa, no se espera que el viento sople tan fuerte como ayer. Ya para el viernes, se espera el paso de otra borrasca, denominada Ruth.