Cuando aún no están cuantificados los daños del temporal que azotó las costas de A Coruña y de Lugo durante el pasado fin de semana y todavía no se ha localizado al joven de 15 años de Foz que fue engullido por un golpe de mar el domingo por la noche cuando iba en bicicleta, una nueva borrasca muy intensa azotará hoy la comunidad. La previsión, de la Dirección General de Protección Civil del Ministerio de Interior, es que vientos huracanados barran la región, con ráfagas que pueden llegar hasta los 140 kilómetros por hora en el interior de la comunidad.

La virulencia de este nuevo temporal, que afectará a Galicia hoy y mañana, ha provocado que la Xunta eleve el nivel de alerta por viento hasta el rojo (riesgo máximo) en A Mariña lucense, área donde se espera que el viento golpee con mayor fuerza y las olas alcancen los diez metros de altura, sobre todo a partir del mediodía. Mientras, las Rías Baixas, la provincia de A Coruña y el centro de Lugo permanecerán en alerta naranja por viento suroeste y oeste.

Ante esta situación, la Comisión Escolar de Alertas decidió suspender hoy las clases, el transporte escolar y las actividades en el exterior y extraescolares en la comarca de A Mariña lucense, donde se prevé que el temporal provoque más incidencias. Son quince concellos los afectados por la cancelación. Además, aunque continuarán con las clases, hoy también quedan suspendidas las actividades en el exterior de los centros educativos de las provincias de Pontevedra y A Coruña y en los de las zonas de montaña de las provincias de Lugo y Ourense.

En la Mariña lucense, además de en los colegios, se ha anulado la actividad en las escuelas infantiles del litoral y tampoco habrá actividades para personas con dependencia en los centros de día de Lourenzá, Ribadeo y Burela. En todas las residencias de mayores de Galicia dependientes de la Consellería de Traballo se suprimen también las actividades en el exterior y la Dirección Xeral de Emerxencias de la Xunta aconseja evitar realizar actividades deportivas y náuticas.

Las rachas, según la Agencia Estatal de Meteorología, podrán sobrepasar los 100 kilómetros por hora en las Rías Baixas, los 90 en el centro de Lugo y los 110 en el Noroeste y Oeste de la provincia de A Coruña. En el extremo norte de esta provincia podrán superarse los 130 km/h.

La influencia de esta borrasca, muy profunda, provocará precipitaciones de intensidad moderada acompañadas por vientos fuertes y muy fuertes de componente noroeste, que serán en forma de nieve en alturas superiores a los 1.200 metros, cota que irá bajando por la noche hasta situarse en los 1.000.

Mientras, el dispositivo de búsqueda activado para localizar al joven de 15 años que fue arrastrado por un golpe de mar en Foz el domingo encontró su bicicleta casi en el mismo lugar en el que la ola lo engulló. Según informó a Efe el alcalde de la localidad, Javier Jorge Castiñeira, la bicicleta del otro adolescente que lo acompañaba, que logró salvar la vida, había sido hallada el domingo entre las rocas, mientras que la del desaparecido apareció ayer por la mañana con la bajamar.

Y si el mal tiempo dejará hoy sin colegio a los estudiantes de la comarca de A Mariña, un total de 641 alumnos de 30 centros de Lugo y Ourense no pudieron acudir ayer a clase. En Ourense se quedaron sin clase 484 estudiantes de 21 centros educativos, según Educación. En seis las clases tuvieron que ser suspendidas, en Cualedro, Monterrei, Vilardevós, A Mezquita, Riós y Vilariño de Conso. En Lugo no pudieron acudir a las aulas por el temporal 157 alumnos de nueve colegios, aunque solo en uno, en Pedrafita do Cebreiro, se suspendieron las clases.

Mientras se espera la llegada del nuevo temporal, los técnicos de Portos de Galicia revisaron ayer la situación de las diferentes radas. Fue una inspección ocular preliminar, ya que aún hay zonas de difícil acceso y el estado del mar impide comprobar todas las áreas. El organismo trabaja en la señalización de espacios por los que suponga un riesgo transitar. También se está ejecutando la limpieza de elementos desprendidos y la retirada de escombros. Portos asegura que es pronto para realizar una estimación económica de los desperfectos.

Además, la carretera PO-11, que une Marín y Pontevedra, estuvo varias horas cortada al tráfico por la crecida de la marea en la zona de Lourizán. Coincidiendo con la pleamar de la madrugada del lunes y empujada por el fuerte viento, el agua inundó la calzada, lo que impidió circular a los vehículos. Hubo que cortar la circulación en el tramo inundado, lo que provocó retenciones en el tráfico en dirección a Marín. Por la mañana, el temporal también causó otros problemas de circulación y accidentes, como tres siniestros que, junto a la acumulación de nieve, dificultaron el tráfico en la A-52 a su paso por A Mezquita y A Cañiza.