La Consellería de Medio Ambiente última una nueva regulación del caudal ecológico de obligado cumplimiento para todos los ríos de la cuenca hidrográfica Galicia-Costa. En términos generales, esta normativa elevará el volumen mínimo de agua que deben llevar durante todo el año y ello obligará, en consecuencia, a las centrales hidroeléctricas a aumentar el caudal de sus desagües para ajustarse a las nuevas disposiciones. Ahora mismo se rigen por la Lei de Pesca Fluvial, que fija como caudal ecológico -la cantidad menor de agua que debe discurrir por un río- el 10% de caudal medio habitual.

El departamento de Agustín Hernández precisó ayer que cada cauce tendrá su propio nivel mínimo de agua, en función de sus características, pero que en todos los casos será siempre superior a ese 10% que rige hasta ahora. La nueva normativa entrará en vigor el próximo año, si bien antes debe superar el trámite de alegaciones, que comienza hoy con la apertura del periodo de consulta pública por un plazo de 45 días.

Otra de las novedades es que en adelante el caudal mínimo tendrá un valor determinado cada mes "para garantizar un buen mantenimiento de los ecosistemas acuáticos". Además, Medio Ambiente advierte que esos niveles serán "intocables" y que solo se permitirá rebajar el mínimo establecido en caso de sea necesario reforzar los servicios de abastecimiento por causa de la sequía. "Esto es muy importante para todos los aprovechamientos y tomas de agua existentes, dado que deberán adaptarse para dejar pasar el caudal ecológico fijado en cada momento, así como para las nuevas captaciones que se pretendan ejecutar", precisa el departamento de Agustín Hernández.

Como capítulo novedoso, en la nueva regulación también se proponen caudales máximos de los ríos para evitar daños al ecosistema, que también tendrán valores diferenciados por meses. "Estos no deben ser superados en la gestión ordinaria de las infraestructuras hidráulicas con capacidad de regulación", avisa la Consellería de Medio Ambiente, en lo que será otra medida restrictiva que deberán cumplir las presas eléctricas.

En todo caso, cada cierto tiempo se tendrá que aumentar el caudal, abriendo los aliviaderos de las centrales, para simular crecidas ordinarias del río, favorecer el transporte de sedimento y materia orgánica, delimitar el cauce y renovar el ecosistema. "Este caudal está asociado con la máxima crecida ordinaria y tendrá que producirse por lo menos una vez cada cuatro años", precisa la Xunta.

Concluida la fase técnica de establecer al cauce para cada tramo de río, el Gobierno gallego somete ahora la regulación a información pública para recoger las alegaciones, que tendrá continuidad en unas mesas de concertación donde se reunirán las partes interesadas para analizar las posibles incompatibilidades entre los distintos usos existentes en la cuenca hidrográfica.

Tras escuchar las propuestas, Augas de Galicia incorporará las modificaciones oportunas a la regulación y elaborará el documento definitivo para su aprobación por el Consello de la Xunta y aplicarlo en 2015.