Nueve días después de la huelga en la sanidad pública y ante las críticas de la oposición contra el "deterioro" y la "privatización" de los servicios públicos, el presidente de la Xunta proclamó en la sesión de control que la coyuntura es mejor que en 2009, a pesar de que su Ejecutivo cuenta con 2.100 millones de euros menos que entonces y se ha aumentado el copago en medicamentos o en comedores escolares. "La educación, los servicios sociales y la sanidad están mejor que cuando ustedes gobernaban", aseguró Alberto Núñez Feijóo en su duelo con el socialista José Luis Méndez Romeu.

Los recortes, la pérdida de calidad de los servicios y la apertura a la iniciativa privada de terrenos hasta ahora blindados por el Estado del Bienestar constituyó el eje de las críticas de PSdeG, AGE y BNG en el pleno, ante las que Feijóo se revolvió criticando a la oposición por alertar del "lobo de la privatización desde hace tres décadas", desde que él dirigía el Insalud, y espetó que "cada hospital público tiene la misma garantía de público que la Catedral de Santiago", si bien esta pertenece al arzobispado.

Feijóo se enzarzó con la oposición en un duelo cuya intensidad se fue incrementando poco a poco. Este minimizó el impacto de la huelga sanitaria, en la que participaron, cifró, 3.300 y 3.100 profesionales cada uno de los días, convocados por tres de los seis sindicatos de la mesa sectorial, entre los que no se encontraban ni Satse, "mayoritario en enfermería", ni UGT. Como muestra de la buena salud del gasto social, anunció que el Consello aprobará hoy el mantenimiento de los 206 euros de pensión no contributiva.

El clímax de la sesión se vivió durante el combate entre Feijóo y Yolanda Díaz. La viceportavoz de AGE emuló al líder de su coalición, Xosé Manuel Beiras, en campaña y aseguró que el modelo sanitario de Xunta y PPdeG "es matar gente", vinculando a estos con la política privatizadora de los populares madrileños, con una estrategia similar a la de Feijóo, que habitualmente le reprocha comportamientos de IU en Andalucía.

No se quedó ahí Díaz, que acusó al PP de "corrupción de puerta giratoria" al hilo del hospital de Vigo. Declaró que la hija de la conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, trabajaba para la consultora Pricewaterhouse, que recomendó la adjudicación de esa obra a Puentes y Calzadas, donde trabajó Agustín Hernández tras dejar la Xunta y antes de ser nombrado conselleiro. Las filas del PP reaccionaron con abucheos.

El titular de la Xunta no rehuyó la pelea y se refirió a Chelo Martínez, ausente del pleno. "Una diputada de AGE trabaja en un hospital privado. Hay diputadas aquí que se ponen detrás de la pancarta de Povisa pidiendo más dinero público y cuando llegan al Parlamento dicen que están a favor de la sanidad pública y en contra de Povisa", replicó. "Lo único que no se privatiza son los escaños de EU", añadió sobre la llegada de la díscola Carmen Iglesias

Los estoques a sus rivales fueron una constante. Feijóo aprovechó su careo con Romeu para espetarle que "lo único que no ha mejorado es el PSOE", en alusión a sus convulsiones internas. El socialista, por su parte, insistió en que "ningún sector aguanta la comparación" con el año 2009 y cifró el recorte en sanidad en 4.000 millones durante ese período. "Es usted el responsable de la mayor destrucción económica de Galicia", lo culpó.

El tono fue elevándose con Francisco Jorquera, portavoz del BNG, al que Feijóo recomendó "miel" antes que muchos medicamentos. El nacionalista censuró una campaña de Sanidade pidiendo uso responsable de los servicios públicos. "Su conselleira de Sanidade recomendó cruzar los dedos para evitar más copago. Solo nos falta que nos pida que pongamos una vela a Santiago y otra a la virgen de Fátima", ironizó sobre unas políticas que generan "sufrimiento".

Además, acusó al Ejecutivo de conceder un ciclo superior de F P al centro Acacias de Vigo, que "segrega por sexos". "Todo el mundo llorando por (Nelson) Mandela y ustedes subvencionan el apartheid", censuró.