El Gobierno español ultima una solución para que al menos buena parte de los créditos fiscales del sector financiero sigan computando como capital de las entidades y no estén obligadas a una nueva ola de recapitalización. Y la propuesta estaría lista para la venta de NCG Banco, lo que hará más atractiva la subasta de la entidad gallega. ¿Por qué? Porque hay hasta 4.500 millones en créditos en juego si el comprador es un banco nacional y 2.000 millones si el adquiriente es un fondo extranjero.

Los créditos fiscales y activos fiscales diferidos (DTA en inglés) son beneficios fiscales que se hacen efectivos en el futuro por pérdidas o provisiones para insolvencias crediticias del pasado. La nueva normativa internacional en el marco financiero, Basilea III, no deja computar los DTA como capital principal y en el caso de Novagalicia son 4.500 millones, pero el Ejecutivo de Rajoy ha buscado una fórmula para cumplir Basilea III sin imponer nuevas exigencias de capital a las entidades. ¿Cómo? Avalando el Estado parte de esos créditos fiscales pero solo en caso de insolvencia, liquidación o pérdidas de los bancos, avanzaban ayer los diarios Expansión y El País. De los 50.000 millones en juego en el sector, quedarían blindados entre 25.000 y 30.000 millones. Para Novagalicia supondrían 3.500 millones de capital fiscal de los 4.500 que tiene ahora, en el caso de que un banco sea su futuro dueño.

"La clave de la operación gallega son los créditos fiscales, si el Gobierno le da una solución antes de la venta, NCG será subastada y los bancos no pedirán Esquema de Protección de Activos", sostiene un experto del sector financiero. La ayuda, explica, que reclamaban las entidades era el refuerzo de su capital con parte o todos los créditos fiscales.

La solución a los créditos fiscales, que ya está resuelta en otros países pero en España se demoraba, podría aprobarse el 8 de noviembre y por esta razón el FROB amplía también hasta el próximo viernes el plazo para que las entidades que ya habían mostrado su interés en optar a la compra de NCG Banco confirmen su intención de seguir adelante en el proceso. Con la solución a punto de cerrar sus últimos flecos, se pone encima de la mesa una nueva vía para intentar cerrar con éxito la venta. Pasaría por despiezar la entidad, de tal modo que los fondos extranjeros (el Guggenheim) se quedarían con el núcleo duro de NCG y un banco nacional se llevaría el resto, en especial 4.500 millones de créditos fallidos por el que podría pagar 300 millones de euros. Sería un reparto salomónico, que podría convencer a la banca española, explican fuentes del sector, porque la mayoría de los créditos fiscales que quedarán blindados estarán vinculados precisamente a los créditos fallidos. Otros dudan en cambio de que esta nueva fórmula puesta encima de la mesa convenza a Caixabank, BBVA o Santander, las tres entidades que dan por hecho jugarán fuerte en la subasata. "No solo quieren los créditos fiscales, también persiguen al cliente de NCG, al 40% del mercado financiero gallego, y no van a renunciar tan fácilmente a ello", advierten.