Junto con la apuesta por las tecnologías limpias, que el presidente de la Xunta acaba de renovar durante el Debate sobre el Estado de la Autonomía ante la evidencia del pinchazo del concurso eólico, el autoconsumo era la otra pata en la que San Caetano asentaba su política energética de futuro para que las renovables cubrieran el 95% de la demanda eléctrica desde esta década. De ahí los millones de euros que la administración autonómica, tanto en las legislaturas del PPdeG como durante el bipartito de socialistas y nacionalistas, desembolsaron para proyectos de eficiencia, sobre todo de instalación de paneles solares y fotovoltaicos, a los que se acogieron miles de hogares y empresas gallegas para ahorrar en la factura e incluso liberar al sistema eléctrico de una saturación de líneas. Todos esos proyectos se encuentran ahora con la intención del Ministerio de Industria de aplicarles un peaje, como si fueran clientes convencionales en el acceso a la red y por el posible excedente de su producción, lo que, según el Clúster Galego de Autoconsumo Enerxético (Agaen), se llevará por delante más del 60% del ahorro que se consigue con este tipo de instalaciones.

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