La Xunta descarta en su proyecto presupuestario realizar ajustes adicionales en su gasto a pesar de que el Gobierno ha cifrado en 17.470 millones el tijeretazo que deberán afrontar comunidades y ayuntamientos entre 2014 y 2015, sumados a los 12.895 del presente ejercicio, para cumplir las exigencias de déficit público de Bruselas. El presidente del Ejecutivo autonómico, Alberto Núñez Feijóo, limitó el recorte en Galicia a los 89 millones menos de capacidad de gasto con que contará en 2014, "que es lo que le corresponde para ajustarse al 1% de déficit previsto". "Las previsiones que hagamos para 2015 y 2016 irán en función de la evolución de los ingresos del Estado y el crecimiento de la economía. Lo que conocimos ayer (en alusión a la cifra incorporada en la información del Gobierno central enviada a Bruselas) es el resultado del esfuerzo que vienen haciendo comunidades, corporaciones locales y Ejecutivo central para reducir el déficit publico. Son esfuerzos ya conocidos, porque tenemos que llegar a un déficit del 1% en 2014, 0,7% en 2015 y 0,2% en 2016", indicó.

El Ejecutivo de Feijóo manejará el año que viene un 1,1% menos de presupuesto, cifrado en 8.391 millones, 65 menos de lo que marca el techo de gasto aprobado por el Parlamento. Las cuentas incorporan los primeros datos positivos en cuanto a paro y crecimiento desde que Feijóo alcanzó la Presidencia de la Xunta en 2009. Prevén un crecimiento del 0,8% de la economía y que el paro descienda del 22,2% al 21,7%, cálculos que mejoran los realizados por la Xunta en agosto debido, alegó la conselleira de Facenda, a que también organismos internacionales y Moncloa hicieron lo propio.

La titular de ese departamento, Elena Muñoz, aseguró ayer que las cuentas autonómicas, las más bajas desde 2005, ya se han "estabilizado" tras recortes más abruptos en los últimos cuatro años y "reflejan por primera vez la recuperación económica", gracias "al realismo y el convencimiento de que solo se puede lograr garantizando la solvencia". Tras la reunión semanal del Ejecutivo, Feijóo y Muñoz justificaron la "superación de la recesión" aludiendo a indicadores económicos como el índice de producción industrial -debido al incremento de producción energética- o las exportaciones, que crecieron en Galicia durante la primera mitad del año un 1,6% y un 15% respectivamente.

Con esta carta de presentación, Feijóo prometió que Galicia "seguirá convergiendo" con la economía estatal y crecerá a un ritmo "tenue", aspecto que vinculó a los esfuerzos para contener el déficit público desde su llegada al poder, si bien en el último año cinco comunidades lograron mejorar las cifras gallegas.

El control del déficit permitirá a la Xunta "ir reduciendo progresivamente el recurso a la deuda pública", indicó el titular de la Xunta, al que la oposición reprocha haber casi triplicado ese capítulo en cuatro años, dato que replicó Muñoz recordando que Galicia es la tercera autonomía que menos ha incrementado su deuda. En la actualidad se sitúa en 9.397 millones, superior al presupuesto anual del Ejecutivo y un 138% más que cuando Feijóo tomó posesión.

A pesar de ese control, el gasto financiero es el único capítulo que aumenta en los gastos del año que viene, pues la Xunta destinará 351,7 millones al pago de préstamos e intereses, 52,4 más que el ejercicio anterior. Este incremento del 17,5%, "controlado" en opinión de Muñoz, contrasta con el recorte en el resto de desembolsos, que será más abultado en las transferencias de capital (-10,2%) y las inversiones (-4,8%). Los proyectos autonómico contarán para el año que viene con 33,3 millones menos que este ejercicio hasta situarse en los 665,8.

Al igual que el año pasado, el presidente de la Xunta insistió en defender que casi el 80% de fondos irán a parar a gasto social, en alusión a sanidad, educación y servicios sociales. "Nunca fue tan alto", indicó el titular del Ejecutivo, que defendió que en 2009 este se situaba en el 70%. "Los objetivos de los presupuestos son las personas que más lo necesitan y encarar el inicio de la recuperación", argumentó también Muñoz. Como ejemplo citó el aumento de fondos para dependencia (de 276 a 278 millones) o para la Risga (de 32,7 a 39,7), a pesar de que el incremento de esta última responde al aumento de personas en riesgo de exclusión social.

De nuevo, la partida de personal, que cae un 0,4%, es la que mayor cuota presupuestaria se lleva con 3.366 millones de euros, es decir, el 40% de todo el dinero que moverá la Xunta será destinado a sueldos.

En cuanto a los ingresos, Facenda prevé que las arcas autonómicas reciban casi 230 millones menos que en el ejercicio anterior "por la bajada del sistema de financiación autonómica y las nuevas medidas tributarias", indicó Muñoz, en alusión a la caída de fondos estatales y las rebajas fiscales. El debate político precisamente gira en parte sobre el nuevo sistema que caduca ahora y en el que chocan, entre otros, Cataluña y Madrid.

Feijóo aprovechó la presentación de los presupuestos "realistas", que hoy son remitidos en su totalidad al Parlamento, para diferenciar la "solvencia" de la gestión del PSOE. "Hacer presupuestos no realistas supuso para España disparar el déficit, la deuda pública, tener ingresos inflados y, en consecuencia, no hacer un presupuesto, sino un papel", espetó.