La reforma del régimen fiscal de los diputados autonómicos ya no está en discusión, sobre todo después de que el presidente de la Xunta y del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, diera públicamente el pasado lunes la orden de modificarlo al comprobar que el proceso se dilataba en el tiempo y que no todos los diputados de su grupo estaban de acuerdo. Lo que falta ahora por determinar es cómo se hará. La Mesa del Parlamento, que es la responsable de realizar la propuesta y donde el PP tiene mayoría absoluta, tiene varias opciones, que pasan por eliminar todos los privilegios y que los diputados tributen por el 100% de sus remuneraciones, o recortarlos y permitir que solo una parte quede libre de impuestos. En todo caso, la propuesta, cuya responsabilidad última es del Parlamento, tendrá que superar primero el visto bueno de Feijóo, según fuentes del partido.

Hacer tributar a los parlamentarios por la totalidad de las remuneraciones que reciben de la Cámara es el modelo que se ha aprobado en Asturias y que entrará ya en vigor el 1 de octubre. Los diputados asturianos pagarán impuestos por todo el dinero que ingresen cada mes. Será además el primer parlamento de España que así lo haga. El acuerdo, adoptado el pasado martes, salió adelante con los votos favorables de PSOE, IU y UPyD y los negativos de PP y Foro, el partido del exministro Álvarez Cascos.

Otra opción sería menos traumática y pasaría por recortar, y no suprimirlos en su totalidad, los privilegios fiscales. Actualmente, el 54% de la remuneración total que reciben los diputados gallegos está libre de impuestos. Son 31.048 euros de asignación anual destinados costear los gastos de manutención y pernoctaciones.

En este caso, se trataría de determinar qué parte quedaría libre de impuestos. Pero no hay ningún porcentaje concreto encima de la mesa, según fuentes populares. "Pero lo que no puede ser es que no se tribute por uno de cada dos euros que cobra un diputado", sostienen. En todo caso, antes de formalizar la propuesta, la Mesa debe consultar con la Intervención del Parlamento el cambio del régimen fiscal, y posteriormente, recibir el visto bueno de Feijóo, que se ha implicado directamente en la iniciativa al ordenar la reforma y dar un plazo máximo de tres meses para ejecutarla, de manera que entre en vigor el próximo mes de enero.

Asignación presupuestaria

La idea, en todo caso, es tener diseñados los cambios para cuando los presupuestos se remitan al Parlamento para su aprobación, porque en ellos se recoge la asignación anual que recibirá la Cámara. En principio, según fuentes populares, la partida global no tendría por qué variar. Se mantendría la asignación bruta, pero como cambiará el régimen fiscal de los sueldos de los diputados, los parlamentarios tendrían ingresos netos inferiores a los actuales porque en adelante cotizarán por un porcentaje mayor.

Tampoco se descarta, pero no hay nada decidido al respecto, que se reduzca además el sueldo base de los diputados, siguiendo la estela de la Xunta, que aplicó cuatro rebajas salariales a sus altos cargos.

La decisión de revisar el régimen fiscal de los diputados se tomó a principios de año, pero el proceso se enfrió debido al "choque frontal" en el seno del partido entre los partidarios y los detractores de la media, según reconocieron fuentes de la Xunta. Por dos veces Feijóo se interesó por la marcha de la reforma, pero el grupo parlamentario no reaccionó a sus indicaciones internas, por lo que el pasado lunes volvió a mandar, pero ya públicamente, que se acometiera la modificación de forma inmediata.