La reforma impulsada por el Gobierno sobre la retribución eléctrica no solo ha puesto en serios aprietos a los promotores de parques eólicos, sino también a Sogama, cuyos ingresos por la producción de electricidad representan el 48% de su negocio. El vuelco del marco regulatorio -que supone pagar menos por la electricidad generada- ha provocado que la empresa que gestiona la basura de 297 concellos tenga que afrontar un plan de viabilidad que le permita cuadrar sus cuentas. Y la principal consecuencia de este plan de choque, según fuentes conocedoras del mismo, es que el recibo de la basura aumentará en Galicia "como mínimo un 25%" a partir del próximo mes de enero. No será inferior a este porcentaje en ningún caso, pero falta por concretar hasta qué niveles llegará el incremento.

Sogama trabaja con su plan de viabilidad a marchas forzadas. Su pretensión es aprobarlo en los dos próximos meses para que se pueda comenzar a aplicar en enero de 2014. Pero todavía le falta precisión, debido a que el Gobierno aún no ha aclarado todos los aspectos de la reforma del sistema eléctrico.

Por la venta de energía eléctrica, que produce tanto con la incineración de residuos urbanos como con gas natural, Sogama ingresa unos 54 millones de euros al año. Sin embargo, el cambio del modelo de retribución eléctrica supondrá una importante reducción de estos ingresos y la previsión es que cierre el año con un déficit de 13 millones de euros.

Por ello, al margen de otras medidas para equilibrar su cuentas, Sogama tendrá que repercutir las condiciones del nuevo escenario de negocio en el precio por tratar la basura. Su intención es repercutir a los concellos un incremento como mínimo del 25% en el canon que pagan por llevar sus residuos a la planta de Cerceda, que se sitúa en 61,5 euros por tonelada. Luego, los ayuntamientos trasladarán esta subida a los recibos que pagan los hogares, aunque alguno -que esto no sería lo normal, según las fuentes consultadas- pudiera no hacerlo en su totalidad para evitar la crispación de los vecinos. La crisis hace muy difícil, sostienen las mismas fuentes, que los consistorios puedan asumir ellos el incremento.

El porcentaje exacto, siempre por encima del 25%, no se conocerá hasta que Sogama cierre su plan de viabilidad, pendiente de incorporar al mismo los cambios anunciados por el Gobierno central, pero que todavía no ha detallado y que se presumen muy restrictivos.

¿Cuáles son los cambios en la regulación eléctrica que han sacudido los cimientos de Sogama? Prácticamente la mismas que afectan el sector eólico, dentro del programa del Gobierno para reducir el llamado "décifit de tarifa". En febrero se suprimieron las primas y Sogama tiene que vender su producción a un precio fijo y además inferior, con el agravante de que la tarifa se reducirá aún más cuando las instalaciones cumplan 15 años de antigüedad, que es lo que le pasará la planta de Cerceda en 2016.

Además, se ha subido este año un 7% el impuesto aplicado a la venta de energía y se han anulado las exenciones fiscales para los productos energético utilizados para generar electricidad -como es el caso de gas natural que usa Sogama- y a partir de enero de 2014 las tarifas por producir electricidad se actualizarán según el IPC subyacente, que significa que subirán de promedio un 2% menos con respecto a la fómula actual. Y todavía faltan por conocer nuevas medidas que serán más restrictivas.