Con el tiempo, Paideia amplió su campo de acción, igual que Rosalía Mera diversificó sus apuestas económicas hasta convertirse en la mujer más rica de España con una fortuna que supera los 4.600 millones de euros. "Me interesan todos los negocios que puedan generar riqueza y empleo. La riqueza máxima es encontrar un disfrute máximo", sostenía.

El grueso de la fortuna de la cofundadora de Inditex procedía del grupo textil que montó con su entonces esposo. Tenía el 5,053% de Inditex, que traducido en millones son 3.245,5 millones de euros. En 2001 cuando Inditex debutó en Bolsa, la cofundadora de la firma vendió la mitad del 13,98% que poseía y a cambio recibió 560 millones de euros. Con ese dinero diversificó entre inversiones en bolsa, fondos e inmuebles y negocios varios, como hoteles, energías renovables, cultivos marinos o nuevas tecnologías. "Cuando entro en un proyecto lo vivo como si la gestión fuera directa. Da igual la participación que tenga. El interés es el mismo o mayor. Cambia la cantidad, pero no la calidad de la presencia", reflexionaba.

Mera gestionaba su fortuna a través de Rosp Corunna Participaciones Empresariales S.L. y Rosp Corunna S.L., paraguas bajo las que agrupaba sus participaciones en una veintena de empresas. También tenía una Sicav, Soandres de Activos, con un patrimonio de 360,8 millones de euros, uno de los más elevados en este tipo de sociedades en España. El 91,01% de sus inversiones hasta el primer semestre de este año estaban en entidades y productos fuera de España.

Además constituyó Breixo Inversiones, en su momento una Sicav, y ahora una gestora de Hedge Funds, con un patrimonio de 210,1 millones destinado a participaciones en fondos de inversión. Los intereses de Mera eran múltiples así que las empresas en las que participaba también. ¿Cómo elegía sus inversiones? "Me baso en el principio de la incertidumbre. Cada vez nos estamos convirtiendo en menos expertos. Y la intuición tiene más valor que los datos que nos dan los analistas", respondía.

Una de sus primeras intuiciones fue Zelita. Con parte del dinero obtenido de la venta de parte de sus acciones en Inditex, en 2002 compró un 4,35% de las acciones de la biotecnológica gallega Zeltia. Lo hizo en un momento delicado para la firma, pues había dudas con repecto a las posibilidades de éxito del antitumoral de origen marino Yondelis con que la empresa quería combatir el sarcoma de tejidos blandos y el cáncer de ovario. "Si perdemos con nuestra inversión en Zeltia, bien perdido está. Y si ganamos, lo hacemos doblemente", dijo entonces Rosalía Mera. Añadía: Hay muy poco cultura biotecnológica en España porque el retorno es a medio y largo plazo; pero es un negocio apasionante". "Todo lo nuevo exige su tiempo, pero Zeltia tiene un gran futuro", pronosticó. Yondelis ya se vende en 73 países y pronto en cinco más: Emiratos Árabes Unidos, Sudáfrica, Croacia, Guatemala y Turquía.

Otro proyecto por el que apostó fue Room Mate. "Llevo en el proyecto desde 1997 y me gusta cómo se está gestionando la cadena", confesó Rosalía Mera, quien apostó por Enrique Sarasola, seis veces campeón de España y olímpico en Barcelona, Atlanta y Sydney, y quien tras abandonar la hípica decidió renovar el concepto bed and breakfast británico, ofreciendo habitaciones en el centro de las ciudades por menos de cien euros en hoteles con una calidad equiparable a las de los cuatro estrellas.Mera fue ampliando su presencia en la empresa, hasta el 30,6%, solo por detrás del propio Sarasola, que tiene el 40,3%. Mera era además propietaria de los establecimientos de la cadena en Miami, Nueva York y Barcelona. y Turquía.

Un proyecto singular en el que también confió fue Galicia Marine Aquaculture S.L., que inició su actividad en 2004. Fue una iniciativa que surgió en la Universidad de Santiago de mano de dos biólogos, un ingeniero en Acuicultura y un ingeniero en Química. Rosalía Mera se unió al proyecto pionero en el desarrollo del cultivo de abalón u oreja de mar, molusco muy demandado en el mercado asiático. Su carne es muy rica y sus conchas se usan en joyería. Tiene el 30% de la firma.

En ICN Care&Safety su participación ascendía al 20%. Es una firma que proporciona sistemas de custodia y protección para personas y activos mediante lectores digitales de huella dactilar. Uno de sus productos es un lector electrónico para evitar errores en la identificación de bebés. Además permite seguir al bebé en tiempo real y se dispararía una alarma si el recién nacido sale del hospital.

En el campo de la tecnología, tenía además el 60% de Denodo Technologies. Angel Viña, profesor de la Universidad de A Coruña, a finales de los noventa tuvo una idea: diseñar una herramienta informática que permitiera a las empresas integrar todo el volumen de información que maneja a diario y acceder a ella de forma sencilla y en tiempo real. Este fue el germen de Denodo, una empresa cuya sede central está en Silicon Valley, el corazón tecnológico de EEUU, y con más de 120 clientes, entre ellos Banco Santander o Telefónica.

Mera participaba en Inusual Com Innovadora, una ingenería especializada en soluciones de iluminación y electrónicas. Los rótulos led o los video wall del Corte Inglés, Telefónica o NH son suyos.

Y como no es bueno poner todos los huevos en la misma centa,también invirtió en cine, en concreto en dos productoras gallegas, Milou Films y Continental, y participaba en una inmobiliaria (Riofisa) que construía centros comerciales en España y el extranjero y en una sociedad que compraba, vendía y alquilaba inmuebles. En el campo de la botánica era la administradora de un vivero de plantas, en el que trabajan personas con diferente discapacidad. Una empresa de alquiler de vehículos con conductor para grupos reducidos era otro de los negocios en los que sus empleados también tenían "capacidades distintas".