Desde la trágica noche del accidente de Angrois, hace hoy nueve días, peregrinos y turistas han convertido la entrada principal a la catedral de Santiago en la plaza del Obrador en un muro de homenaje a las víctimas.

Flores, velas, banderas y hasta conchas de peregrino, cualquier cosa vale para despedir a las víctimas de Angoras, solidarizarse con el dolor de sus familas y aplaudir a vecinos y efectivos policiales y sanitarios que participaron en la tragedia. Abundan especialmente las compostelanas, el documento que reciben los peregrinos al terminar el camino de Santiago. "El sueño de un peregrino es llegar al final del camino. A vosotros no os dejaron. Fuerais donde fuerais, el día 24 de Julio también erais peregrinos. Por eso os ofrezco mi compostelana. Yo conseguiré otra. Descansad en paz y ánimo a vuestras familias. Y que decir a los valientes, gracias, gracias, gracias", reza una de las compostelanas en el altar improvisado en el Obradoiro.

Y es que el sentimiento de unión que se vive durante el Camino alcanza su máxima expresión en este homenaje a las víctimas de la tragedia. "En estos momentos todos somos hermanos", afirma Tatiana, una asturiana que se enteró del accidente durante el Camino y que no dudó en acercarse al altar nada más llegar a Santiago. " Cuando nos enteramos fue una mezcla de sensaciones muy extraña. Sentías la alegría del Camino por dentro, pero cuando veías las imágenes del accidente o te enterabas de los detalles la pena era enorme. Al final no nos hemos dejado arrastrar por la tristeza de la pérdida, sino al contrario, hemos continuado para intentar mantener viva la llama del Camino", explicó Tatiana. Una llama que al igual que el camino, no conoce fronteras. Muestra de ello es la gran cantidad de mensajes en diversos idiomas. "A las familias de las víctimas. Pensamos y rezamos por todos vosotros. Tony, Mary y Linda. Irlanda", rezaba uno de los mensajes en inglés.

Justo a su lado, en una camiseta, se puede leer: "Los salesianos de Sicilia somos partícipes del dolor de Galicia, un dolor que nos ha unido a todos y ante el cual, los que la suerte, o el destino, ha decidido que nos quedemos aquí, no podemos sino unirnos al sentimiento de todas las familias afectadas". Otro peregrino reflexiona: "En estos momentos la vida cobra un nuevo significado, valoramos lo que tenemos y a quién hemos perdido. Descansad en paz".