Sobre las causas del accidente, Catalá aplica la máxima prudencia. Hay que esperar a la investigación judicial y a la técnica. Pero quiere dejar claro que no fue un siniestro en la red de alta velocidad, idea que algunos, denuncia, pretenden consolidar, con el perjuicio que eso tendría para la industria española en los concursos internacionales.

-El presidente de la Xunta ha alertado de intereses económicos foráneos para desprestigiar la alta velocidad española, ¿comparte esa opinión?

-Nuestra preocupación, aparte de por las víctimas, es tener claro como lo tenemos nosotros y ser capaces de informar de que el accidente no es de la alta velocidad española como algunos medios, muy errónea y dañinamente, han titulado. Es un accidente grave, pero no es de alta velocidad. Eso lo deberíamos tener todos claro, porque no cabe duda de que si trasladamos esa idea hacia fuera estamos haciendo un gravísimo perjuicio a la industria ferroviaria española -que no son los gobiernos estatal o autonómico,- que puede tener en el futuro alguna dificultad para competir en el extranjero. Si fuse un accidente de alta velocidad invalidaría alguna oferta de estas empresas para el futuro.

-Pero el presidente hablaba de intereses económicos. No sé si sospechan que la competencia internacional intenta sacar provecho de esta tragedia.

-Hace año y medio España se adjudicó el contrato ferroviario más importante de la historia, entre La Meca y Medina, de casi 7.000 millones de euros, y dentro de unos días finaliza el plazo para la presentación de ofertas en el tren de alta velocidad entre Sao Paulo y Río de Janeiro, que es un contrato importantísimo. Estamos justo en los días de presentación de las ofertas. Parece que el hecho de que se descalifique a la alta velocidad española a otros les iría muy bien. Por lo tanto, no es muy complicado pensar que puede haber intereses en hacer ver que la alta velocidad española tiene un problema de calidad o seguridad cuando en absoluto es así.

-Usted habla de medios de comunicación españoles, pero no creo que eso responda al concepto de intereses internacionales.

-Estos días hemos tenido la desgracia de leer y escuchar comentarios en ese sentido, de que afectaba a la alta velocidad. Creo que todos hacen un flaco favor a la industria española. En el Ministerio de Fomento fuimos los primeros en poner en marcha la investigación para saber qué ha pasado y qué medidas hay que tomar en el futuro para que nunca más vuelva a suceder, pero eso no debería llevarnos a descalificar la alta velocidad ni por el tipo de vías, ni de trenes ni de señalización.

-¿Cómo funcionaría esa estrategia extranjera para socavar la industria española?

-Hemos visto en los primeros días también titulares de prensa internacional hablando de alta velocidad. No sé si responde a una estrategia o simplemente a desinformación. Si fuese por desinformación nuestra obligación es aclarar las circunstancias del accidente, gravísimo y trágico, pero que en ningún caso tiene que ver con la alta velocidad. Esa es la parte que nos corresponde, de transmitir a todos que no es un accidente de alta velocidad. De hecho, en el consorcio de Brasil van han presentar un informe expreso que acredite que el accidente de Santiago no es de alta velocidad.

-¿Existe riesgo real de que peligren las opciones de la industria española en esos concursos?

-En este concurso de Brasil hay una cláusula que estipula expresamente que no se pueden presentar las empresas que hayan tenido un accidente en los últimos cinco años. Nosotros tenemos que ser muy firmes en que no ha sucedido eso, sino el consorcio español podría se excluido del concurso, y eso sería absolutamente negativo.

-Incluso hay quien ve un intento de torpedear la Marca España.

-En el concepto que hemos querido acuñar en los últimos meses en la Marca España hay un conjunto de piezas, y una de ellas es la alta velocidad. Llevamos décadas con trenes de altísima calidad, absolutamente seguros, y es una pieza más del concepto y es un motivo para emplearnos todos en defender que no es un accidente de alta velocidad.

-¿Cómo explicar que la línea férrea gallega no es alta velocidad cuando en teoría se está construyendo y circulando los trenes por las vías abiertas?

-Es una línea que se está construyendo como línea de alta velocidad desde Madrid hasta Galicia, pero cada tramo tiene sus características. En territorio gallego el tren circula en ancho ibérico, que no es el ancho propio de la red de alta velocidad; el tren tampoco es el típico de alta velocidad; su sistema de seguridad y de señalización no es el propio de alta velocidad, sino que es el Asfa, propio de nuestra red, que por otra parte es un sistema magnífico, pero no específico de alta velocidad. Es un conjunto de elementos que acreditan, y no es que lo diga el Gobierno español, que el accidente se produjo en una vía con unos trenes y con unos sistemas de seguridad que no son los que caracterizan la alta velocidad.

-Desde el primer día se ha abierto el debate sobre la seguridad y la convivencia de dos sistemas en la misma línea.

-Es cierto, pero los dos sistemas de seguridad han acreditado que son muy fiables. Es difícil decir esto a los pocos días de la tragedia, con 79 muertos, pero los datos estadísticos son de una seguridad altísima. En estas vías conviven el sistema ERMTS con el Asfa.

-¿Forzará este accidente a revisar los sistemas de seguridad, los protocolos de conducción o los límites de velocidad?

-La historia nos ha demostrado que cuando se han producido accidentes en otros modos de transporte, han promovido reformas, incrementos de seguridad? A partir del informe estaremos implicados al máximo para incorporar todas las medidas que puedan ayudar a incrementar todos los estándares de calidad. Pero en este caso, ha habido un accidente gravísimo y algo habrá que mejorar y podremos incrementar la seguridad de los sistemas ferroviarios. Pero habrá que esperar al resultado del informe.

-El presidente de Adif ha dicho que el maquinista debería haber frenado cuatro kilómetros antes, ¿comparte su opinión?

-Los maquinistas de Renfe llevan todos un cuaderno de ruta en el que les indica el trayecto, velocidades máximas? Es una especie de guión que el maquinista debe cumplir y para cumplirlo y llegar a los puntos marcados en la velocidad establecida, hay que ajustar la velocidad, subiéndola o frenando. Eso es de sentido común.

-El Gobierno insiste en que no quiere culpabilizar al maquinista, pero Adif y Renfe sí lo señalan como responsable.

-Vamos a ver a qué conclusiones llega la investigación judicial y la policial, y a qué conclusiones llega el informe de la Comisión de Accidentes Ferroviarios y ahí identificaremos las causas. No queremos culpabilizar a nadie ni prejuzgar las causas y creo que la prudencia y la sensatez en estos casos es lo más razonable.

-¿Qué consideración saca de que en estos trenes, aunque no sean alta velocidad pero sí son muy rápidos, el maquinista tenga un papel capital? ¿Habría que pensar en alguna medida que corrija posibles despistes del conductor? ¿Que el sistema palíe sus errores para evitar daños mayores?

-Cada día circulan en España casi 4.000 trenes y 1,6 millones de viajeros se desplazan en tren por España y tenemos unos índices de seguridad altísimos. Por lo tanto, es un sistema que garantiza una alta calidad y una alta seguridad. Por eso, poner en cuestión la totalidad del sistema por una accidente aislado, eso sí gravísimo y que va a provocar una reflexión, no debería valer para poner cuestión la totalidad del sistema, que cotidianamente funciona con garantías. Seguro que aprenderemos de esta tragedia e incrementaremos los sistemas de calidad.

-¿Fue el trazado de la curva un elemento más que añadir a los posibles factores del accidente? Y lo mismo le pregunto sobre la señalización, si es la correcta?

-Bueno, cada día pasan por esa misma curva más de seis trenes durante meses y años y nunca habíamos tenido ningún incidente. Es verdad que en la aproximación a las ciudades el acceso ya no es tan recto como en mitad de los campos y la velocidad tiene que ser reducida, eso es de sentido común y lo razonable. Ese es el modelo en España, en Europa y el mundo. Y generar en estos momentos incertidumbres, especulaciones sin base concreta, no ayudan a nada. Y el trazado de la línea Ourense-Santiago es usado a diario por otros trenes sin que se produzca accidente alguno. Todo lo demás son especulaciones.

-¿Tiene plazo de conclusión la comisión técnica de investigación del siniestro?

-No, no tiene plazo. La comisión tiene todo el apoyo del Ministerio de Fomento para poder tenerlo cuanto antes. Es lo que piden las familias de las víctimas y el conjunto de los ciudadanos: saber qué ha pasado y qué hay que hacer para que nunca más volvamos a tener un accidente de estas características.

-No sé si hablamos de semanas o meses...

-Esperemos que más bien sean semanas que meses, para aclarar las circunstancias y, sobre todo, actuar en consecuencia.