Alternativa Galega de Esquerda (AGE) mantuvo ayer en el Parlamento un "primer contacto" con la asociación Herrira, un colectivo que reclama el respeto de los "derechos humanos" de los presos vascos y que rechaza la dispersión de estos lejos de Euskadi. El encuentro fue criticado durante por el PP, que volvió a enzarzarse con AGE semanas después de que anunciase que llevaría mociones de condena a Resistencia Galega a los concellos. El detonante de esa decisión fue que el portavoz de la coalición, Xosé Manuel Beiras, defendiese a miembros de Resistencia Galega acusados de terrorismo.

El diputado de AGE Juan Manuel Fajardo defendió el encuentro. "Cuando se trata de hablar de paz y derechos fundamentales es necesario hablar con todo el mundo", alegó antes de pedir al PP que "se preocupe de lo que tiene en casa". La popular Paula Prado dudó de que AGE hubiese obtenido siete escaños para "defender el acercamiento de presos".