La presentación ayer del Informe anual del Banco de España en el Consejo del Gobierno del organismo ayer le sirvió una vez más al gobernador para defender las contundentes medidas impuestas para la reestructuración financiera. Los "pasos significativos" para "la consolidación del sector en torno a grupos viables y bien capitalizados". Luis María Linde marca el camino a seguir, muy en relación con esa estrategia que el FROB ultima con los expertos de McKinsey y Nomura. "En el futuro próximo deberá profundizarse en esa línea mediante el diseño de una estrategia de desinversión por parte del FROB en las dos entidades en resolución que permanecen bajo su control", apunta el máximo responsable del supervisor bancario. Es decir, Novagalicia y CatalunyaBanc, y para las que, como recuerda Linde, el Memorando de Entendimiento (MOU) firmado con Bruselas para su megapréstamo de momento de 40.000 millones de euros "exige la venta de la participación pública a otro participante en el mercado en un plazo máximo de cinco años".

El gobernador admite que de todas las vías utilizadas para la recapitalización de las entidades con problemas de recursos propios -que por sí mismas cubrieran el déficit estimado por las pruebas de estrés, como el Popular, o la segregación del lastre del ladrillo a la Sareb- la que "sobre todo" tiene más efecto para que la cantidad solicitada a las autoridades europeas fuera de solo 39.000 euros, frente a los 57.000 millones estimados por Oliver Wyman, son "los ejercicios de gestión de instrumentos híbridos". "Siguiendo el principio de reparto de la carga financiera con el fin de minimizar las ayudas públicas y el coste para el contribuyente", apunta Linde.

Minoristas

"De acuerdo con el Memorando de Entendimiento, la normativa de ayudas de Estado de la Unión Europea y la ley española, los tenedores de participaciones preferentes y deuda subordinada debían contribuir a la cobertura de las necesidades de capital", justifica. El gobernador coincide en que "en la mayor parte de los casos", su conversión se hará por recursos de primera calidad, "como las acciones ordinarias" y que habrá "inversores minoristas" que tengan que acudir al FGD para lograr liquidez.

El Informe anual del supervisor revela que el total de pérdidas en el sector el pasado año asciende a más de 50.000 millones de euros, el 1,4% del total de activos del sistema, con el "grueso" entre las nacionalizadas, que recortaron su crédito un 18%, frente al 12% del media del resto. Linde aprovechó además para pedir "rigor" en los salarios de la banca.