La picaresca entre algunos funcionarios para acortar su jornada laboral o prolongar en exceso la pausa del café tiene los días contados. La implantación de tarjetas digitales, que permite a la Xunta controlar la actividad de la plantilla autonómica a través de sus propios ordenadores, culminará este año con 20.000 empleados públicos con este tipo de acreditación. Del llamado proyecto Kronos, quedarán excluidos los trabajadores del Sergas, que ya disponen de sus propias tarjetas digitales, y los de Educación. Desde que hace ya dos años se empezó a implantar el nuevo sistema de control horario, con el que se busca homogeneizar las distintos métodos de fichaje en la Administración gallega (tarjetas de banda magnética, lectores de huellas digitales o partes de entrada y de salida en papel), un total de 6.122 funcionarios -3.571 de la Administración general y 2.551 de Xustiza- disponen de la tarjeta digital que los acredita y con la que fichan desde sus ordenadores.

Los últimos en incorporarse al sistema digital fueron los funcionarios de la delegación de la Xunta en A Coruña, el pasado marzo, según informan desde la Axencia de Modernización Tecnolóxica del Ejecutivo gallego. En lo que resta de año se extenderá la implantación de las llamadas tarjetas inteligentes a lo funcionarios en las delegaciones de Pontevedra, Vigo y Ourense.

El objetivo es que el año que viene 20.000 de los casi 90.000 funcionarios de la Xunta hagan uso de esta tarjeta inteligente que les permite firmar digitalmente cualquier documento, agilizando su trabajo -incluso dando la posibilidad de trabajar desde casa-, y que a la vez sirve para controlar si cumplen o no su horario laboral.

En la actualidad se aplican varios modelos para que los funcionarios fichen a la llegada y salida de su trabajo, aunque no todos permiten controlar si el trabajador está en su puesto, si alguien ha pasado la tarjeta magnética en su lugar o por cuanto tiempo se prolongan las pausas.

En plena era tecnológica, la mayoría de los casi 90.000 funcionarios que trabajan en la Xunta aún utilizan una tarjeta de banda magnética para fichar a su llegada y salida del trabajo, de modo que queda registrada mecánicamente y una sola vez. A pesar de ser uno de los sistemas más extendidos entre empresas y administraciones, no garantiza un control efectivo de todas las entradas y salidas y tampoco permite verificar si fue el titular de la tarjeta el que la introdujo en la máquina u otra persona. Algunos empleados públicos, sin embargo, ni siquiera tienen que fichar o trabajan en edificios con métodos de control más laxos. En algunas dependencias de la Administración, los funcionarios solo tienen que firmar una hoja de partes al llegar y al salir.

Para mejorar y modernizar el control horario de los funcionarios la Xunta puso en marcha hace dos años -se probó en verano de 2011 con 60 funcionarios de la Consellería de Presidencia- el uso de tarjetas digitales. Estas tarjetas están provistas de tres dispositivos: un chip criptográfico, que incluye entre otros certificados digitales el de personal al servicio de las Administraciones públicas; una banda magnética, que contendrá los datos del profesional para su empleo en los sistemas de información a los que tenga acceso; y la identificación por radiofrecuencia para el control de entrada en lugares de paso restringido.

La introducción de esa acreditación en el lector con que se equipará a cada ordenador facilitará a la Xunta toda la información sobre los horarios y hábitos laborales de los trabajadores. Además, este nuevo sistema puede aplicarse desde cualquier ordenador de la red corporativa de la Xunta, lo que permitirá a los funcionarios a trabajar desde su casa -un máximo de dos días a la semana-.