La Consellería de Medio Rural probará este verano con helicópteros no tripulados para detectar incendios. Tres empresas han ofrecido a Galicia el servicio de estas aeronaves, que portan cámaras infrarrojas para detectar el fuego, y la Xunta ha realizado ya una prueba para comprobar su funcionamiento. Este verano empezará a usarlos, pero el proyecto aún está en fase piloto y el Gobierno gallego no comprará de momento ningún aparato. Ésta no será la única innovación de la campaña.La Xunta ha decidido echar mano de la tecnología para mejorar su dispositivo de prevención y extinción: instalará más cámaras térmicas y probará con globos aerostátivos y satélites para localizar fuegos.

Así aparece recogido en el Pladiga 2013 que ayer fue presentado por la conselleira de Medio Rural, Rosa Quintana, al Consello Forestal. Ya hay instalado un equipo de cámaras de vigilancia y la intención de la Xunta es aumentar su cobertura dentro del territorio gallego, también probarán con cámaras que estudian la dispersión de la luz ante las columnas de humo y ensayarán la detección en tiempo real de incendios a través de satélites que capten los focos de calor.

Y mientras Medio Rural apuesta por la tecnología se reduce el número de puestos fijos de vigilancia para esta campaña de verano. Si en el Pladiga de 2012 se establecían 106 puestos, en el dispositivo de este año se recortarán 33 y se quedarán en solo 73.

En cuanto a los medios de extinción se mantienen prácticamente los mismos efectivos que en 2012. Habrá 5.708 personas trabajando en la lucha contra el fuego este verano, 19 más que en 2012, pero 344 menos que en 2011. En todo caso, en este cuadro de personal están incluídas ya las 275 nuevas brigadas municipales que este año se incorporarán al operativo y el personal de los Grupos de Emergencia Supramunicipal que también colaborarán en la lucha contra incendios. Esto permitirá a Medio Rural contratar a menos personal y completar el dispositivo con los equipos que aportan los concellos, que serán costeados en un 75 por ciento por la Xunta y el resto por las arcas municipales.

A estos efectivos se sumará el personal del Ejército y de las Fuerzas de Seguridad del Estado. En total, el operativo superará las 7.000 personas. "Es el mejor ejemplo de una actuación coordinada", señaló la conselleira de Medio Rural, Rosa Quintana.

En cuanto a los medios materiales el dispositivo de extinción contará con 32 aviones, entre los propios de la Xunta y los que aporta el Estado, además de 360 medios mecánicos, entre ellos 156 motobombas a los que se añaden cisternas, palas y otros vehículos.

No habrá cambios en relación al diseño y funcionamiento del operativo, que se mantiene igual al del año pasado. El objetivo será, como el fijado en 2012, no superar una media de tres hectáreas quemadas por fuego. Esto le obligará a intensificar sus esfuerzos puesto que ya en la anterior campaña no se alcanzó esta meta y ardieron 4,08 hectáreas por incendio.

Está más cerca, sin embargo, de alcanzar su propósito de reducir el número de fuegos mayores de 25 hectáreas por debajo del 2 por ciento del total. En 2012 los grandes incendios ya solo representaron el 2,27 por ciento.

El Pladiga fija incluso un objetivo en cuanto al número de incendios: no podrán superar la media de los últimos diez años, es decir, los 1.010. Para poder cumplir con este objetivo este verano tendrían que registrarse solo una cuarta parte de los fuegos que hubo el pasado año (3.794).