La actual legislatura nació con continuas llamadas a pactos por parte de la Xunta, aunque por el momento no ha prosperado ninguna. Además de para intentar consensuar la política lingüística, hay ofertas formales para la reforma de la Lei de Electoral y la rebaja del número de diputados, para elaborar una nueva Lei do Solo y para renovar los cargos vacantes en el Senado, el Consello de Contas y la Compañía de Radio Televisión de Galicia (CRTVG).

El diálogo sobre la lengua será, en todo caso, la primera vez en esta legislatura que la Xunta se siente, cara a cara, con representantes de la oposición. El lugar elegido son las dependencias dentro del Parlamento reservadas en exclusiva para el Gobierno gallego.

Pero por delante, se prevén otras negociaciones. Como la que el PP convocará la próxima semana para comenzar a discutir la reforma electoral, sobre la que no hay, de momento, atisbo de acuerdo. El PP quiere, en contra del criterio de los demás partidos, reducir de 75 a 61 el número de diputados en la Cámara, además de regular la duración de la campaña y los debates televisados.

Preferencia por el PSOE

Aunque desde la Xunta las ofertas de diálogo se lanzan a todos los grupos, su presidente reconoce abiertamente que solo se puede conversar con el PSOE y el BNG ante la dura oposición, sin concesiones, que le está practicando AGE. Y puestos a elegir, el PP prefiere al PSOE, como primer partido de la oposición. De hecho, en el último pleno, Feijóo quiso buscar el acercamiento directo con el PSOE, al proponer a su secretario xeral, Pachi Vázquez, sentarse a negociar la renovación de las vacantes que hay en algunas instituciones autonómicas.

Encima de la mesa están los nombramientos pendientes que se deben cubrir en el Consello de Contas, el Senado o la CRTVG. Para ello, ambos partidos quieren cerrar las renovaciones antes de que concluya, en junio, el actual periodo de sesiones.

El PP debe cubrir la vacante de Orza en el Consello de Contas y para ello necesita el voto de tres quintos del Parlamento. A su vez, los socialistas necesitan una mayoría absoluta que no tienen para elegir al senador de representación autonómica en sustitución de Pablo García, ahora diputado autonómico.