Apenas veinte días después de sufrir su primer escrache, el alcalde de Baiona, Jesús Vázquez Almuiña, volvió a ser perseguido ayer por un grupo de afectados por las preferentes que, tras concentrarse a primera hora de la mañana a las puertas del Concello -donde se celebraba un pleno al que se les impidió entrar-, accedieron al portal de su casa para dejarle en el buzón varios panfletos con sus demandas.

Entre la "correspondencia" entregada así al regidor, los preferentistas, a quienes abrió la puerta un vecino, incluyeron una invitación a la marcha de protesta del próximo sábado en Santiago. Vigilados por Guardia Civil y Policía Local, los afectados permanecieron luego unos minutos en el entorno, donde repartieron folletos entre los viandantes.

Previamente, protagonizaron una persecución a Vázquez Almuiña, que salió del Concello minutos después del pleno para asistir a un acto en Pontevedra. El alcalde abandonó el consistorio escoltado por la Policía Local y con unos 20 manifestantes tras él que hicieron sonar pitos y bocinas en su camino hacia la entrada del Parador, donde le recogió un vehículo.

La delegada de la Xunta en Vigo, María José Bravo, canceló un acto en la localidad.