Galicia y Cuba están unidas por la emigración, pero a nivel político su vínculo no se entendería sin Fraga y Castro. Los padres de ambos habían sido gallegos emigrantes. El del primero, regresó; el del segundo, no. A la visita de Fraga de 1991, de la que data la imagen de la izquierda, le sucedió la del cubano a Galicia en 1992 para conocer la aldea de su progenitor, jugar al dominó y beber queimada. Hubo dos visitas posteriroes del dirigente gallego a la isla a donde habían emigrado sus padres.