El Tribunal Supremo (TS) acaba de ratificar la sentencia dictada hace dos años por el Tribunal Superior de Xusticia de Galicia (TSXG) y declara ilegales los 52 chalés de lujo construidos en San Vicente de O Grove, en el lugar de Raeiros. El Supremo obliga a registrar los chalés y su finca matriz como un apartotel a nombre de todos los propietarios (unos cuarenta) y a dar un uso hotelero a las viviendas, pues la licencia concedida hace dos décadas para levantar el complejo con vistas privilegidas al mar, era hotelera y turística.

El Supremo considera que a la urbanización de Raeiros, con dos piscinas, circuito terma, pistas de padel y tenis y amplia zona ajardinada, se le ha dado un uso individual y residencial, convirtiendo los apartamentos en viviendas que poco o nada tienen que ver con los usos hoteleros que inspiraron las licencias.

Asimismo, la parcela matriz sobre la que se construyeron -la obra finalizó hace un lustro- se sitúa en suelo rústico, y esto implica que está prohibido realizar en ella lo que se conoce como división horizontal. O lo que es lo mismo, no se permite "parcelar" o subdividir la "finca" inicial en varias, que es lo que el Supremo considera que se ha hecho. En definitiva, que los promotores de la lujosa urbanización, entre los que se encuentra el hermano del exconselleiro de Cultura y actual embajador en Uruguay, Roberto Varela, tienen que devolver la parcela a su estado original, lo cual es tanto como decir que en lugar de ser 40 propietarios de 52 viviendas o parcelas, como ahora, tiene que figurar una sola estructura, el apartotel, a nombre de todos.

En eso trabajan ya los administradores, que acatan la sentencia y van a proceder al cambio registral correspondiente, según indicaron ayer. El handicap de algunos propietarios es que van a verse obligados a alquilar sus chalés durante cierto tiempo cada año. Muchos, según sus promotores, ya se alquilan a razón de 4.400 euros por quincena, en agosto, o 1.200 euros una semana en junio o 1.600 euros siete días en la segunda quincena de julio.

"Ahora vamos a modificar los registros para cumplir la sentencia", explican los administradores del complejo. "Hay apartamentos vendidos y otros en alquiler, para lo cual tenemos una sociedad creada con todos los propietarios", añaden, para luego insistir: Raeiros "funciona como un apartotel desde el primer día, lo que sucede es que en vez de tener registrada una o varias fincas independientes cada propietario, ahora tendremos que registrarlas todas como una sola pieza. "No hay que derribar nada porque la obra se hizo legalmente. Solo hay que devolver la parcela a su estado registral original", remarcan.

Sin derribo

El regidor de O Grove también remarca que la sentencia no implica que "vayan a derribarse los chalés". La sentencia, explica Miguel Pérez, obliga a "anular el registro individual de cada una de las parcelas, de modo que sea un único predio y a que se cumpla el uso para el cual obtuvo licencia, que era el de apartotel".

El Supremo en su sentencia es claro y sostiene que "ha habido cambio de uso de la edificación en contra de la condición bajo la que se concedió la licencia, que fue otorgada para construcción de apartotel". Ese presumible cambio se aprecia, según la sentencia del TS, en que "la autonomía de las fincas es contradictoria con el régimen de un establecimiento hotelero". Es más, añade que "las características constructivas, con apartamentos adosados de entre 236,55 y 219,49 metros cuadrados, son más propias de una vivienda de que de un apartotel".

Otro argumento para apuntalar que los chalés son propiedades individuales no pensados para un uso turístico es, razona el TS, "el carácter definitivo o atemporal en cuanto a la adquisición de la propiedad, que se transmite de forma completa y definitiva, no tratándose por tanto de un arrendamiento o cualquier otro derecho que permita el alojamiento temporal propio de las instalaciones temporales".