La enorme presión en las semanas previas a la adjudicación a finales de 2010 de los 2.325 megavatios (MW) con los que los populares aspiraban a recuperar para Galicia el liderazgo del negocio del viento quedó plasmada a la perfección con la advertencia que no pocas de las candidatas mostraban abiertamente. Gamesa entre ellas. Uno de los referentes del sector en la comunidad. Como promotor, con más de 660 MW instalados, y como fabricante. La compañía condicionaba la viabilidad de actividad aquí a obtener un buen resultado en la repetición de la puja, al igual que su tradicional aliada, Iberdrola, que ya había destacado como la gran perdedora del reparto anterior, el de bipartito. Pero los peores temores de Gamesa se cumplieron, casi de vacío en la puja, y desde ese mismo momento sus responsables anunciaron que estudiarían "seriamente" el desmantelamiento de las dos fábricas de aerogeneradores que posee. Y así es. La empresa anunció ayer a los sindicatos el cierre parcial de la planta de As Somozas, de una de las líneas de producción, con 80 despidos en el marco de un recorte del 6% de toda su plantilla en el país y que suma 394 trabajadores.

Gamesa justifica la medida porque la factoría de As Somozas, junto con las otras dos a las que llegan los ceses -de 243 empleados en Albacete y 71 en Tudela-, están "especialmente afectadas por la disminución de la demanda y por pedidos de palas diferentes a las que se fabrican en estos centros". La empresa señala directamente al parón eólico como causa de "la implantación de medidas organizativas" para adaptarse "a la situación del mercado". A la crisis en general, y la del sector en particular, por la "sobrecapacidad" del mercado en "el sur de Europa" y la "incertidumbre regulatoria".

Los 80 despidos previstos en As Somozas suponen un tercio del personal de la planta, que acababa de reincorporarse de un ERE temporal. En "fechas próximas" se iniciará el correspondiente periodo de consultas para el nuevo expediente, con la posibilidad, según Gamesa, de recolocar a los trabajadores en la fábrica de palas de Aoiz, en Navarra.

"Pionera y líder", se autoproclamaba Gamesa en una presentación pública de su "compromiso" con Galicia un mes antes de que la Xunta oficializara el resultado del concurso. La compañía contaba entonces con 550 empleos directos y 1.150 indirectos. A la puja solicitó el desarrollo de 12 parques y la construcción como tecnólogo de 1.200 MW, a cambio de impulsar su plan industrial en la comunidad.