Los afectados de preferentes trasladaron ayer su protesta a A Estrada, que celebraba la Festa do Salmón, que reunió en la villa pontevedresa a más de 9.000 visitantes. Los más de 150 manifestantes pusieron la banda sonora a la fiesta, pues atronaron la celebración desde las 11,30 de la mañana con sus bocinas e incluso una motosierra sin hoja. Fue entonces cuando ya se vivieron los primeros momentos de tensión entre los manifestantes y las fuerzas del orden, que procedieron a identificar a quienes trataban de colocar pancartas reivindicativas ante la casa consistorial.

La tensión se acrecentó cuando los manifestantes decidieron ampliar el recorrido de su protesta y llegar al corazón de la fiesta, donde estaban los políticos, entre ellos el conselleiro de Cultura, Jesús Vázquez. El capitán de la Guardia Civil de Lalín les hizo notar que estaban incurriendo en una infracción porque no estaba autorizada la manifestación en esos lugares.

Los afectados de preferentes que exigen la devolución íntegra de su dinero hicieron caso omiso y siguieron al Gobierno local y al conselleiro en su recorrido. Un importante despliegue policial impidió el acceso de los preferentistas al interior del auditorio y otro fuerte cordón escoltó después a las autoridades hasta el coche del conselleiro de Cultura primero y luego hasta la carpa de la degustación popular.

El cordón policial también vedó el paso a la carpa de los manifestantes, que continuaron pitando durante un rato, pero luego decidieron irse porque, según fuentes de la Plataforma Comarca da Estrada, ya habían logrado su objetivo de hacerse oír y no querían perjudicar a los hosteleros en la fiesta gastronómica de A Estrada por excelencia.