La conexión ferroviaria entre Vigo y Ourense perderá uno de sus servicios regionales con trenes de media distancia que operan actualmente entre las dos ciudades. Así, la comunicación pasará de tener 42 frecuencias semanales -la mitad en cada sentido- a 28. Se suprimen, por tanto, catorce relaciones. Esta es la última propuesta que maneja Renfe sobre la reestructuración del servicio en Galicia dentro del plan estatal para ahorrar costes y mejorar la eficiencia, que mantiene la supresión de otros 84 frecuencias semanales en el resto de la comunidad que ya fueron comunicadas en su día a los sindicatos porque el cambio significa una modificación de la plantilla de maquinistas, interventores y personal de talleres.

En la primera propuesta, de hace un par de meses, no se tocaban las conexiones entre Vigo y Ourense. Se mantenían los 42 servicios regionales que recorren el trayecto entre las dos ciudades, de los cuales 14 tenían origen y destino en Vigo y Ourense, otros catorce enlazaban Vigo con Ponferrada y los restantes catorce llegaban hasta León, todos ellos cubiertos con trenes de media distancia.

Sin embargo, la última planificación prevé la supresión del servicio cerrado entre Vigo y Ourense, dejando los dos que llegan hasta León y Ponferrada. A cambio, según informaron fuentes de la Xunta, Renfe plantea una alternativa, que consiste en utilizar un tren de larga distancia, podría ser el que va Barcelona, como si fuera un servicio regional solo entre Vigo y Ourense para así sustituir al que se anula.

La ventaja de esta opción, según el Gobierno gallego, es que los usuarios dispondrían de un tren de mayor calidad por el que pagarían un billete de regional (más barato). El inconveniente es que al tratarse de un tren de larga distancia apenas realizaría paradas en las estaciones que hay entre las dos ciudades, por lo que un determinado número de ellas se quedaría sin esta conexión.

Según la auditoría realizada por Ineco -la consultora contratada por Fomento para elaborar el documento base sobre el que luego decidir la reestructuración del mapa ferroviario-, algo menos de 32.000 pasajeros utilizan el servicio que ahora se pretende suprimir, lo que da una media de 44 usuarios por frecuencia.

Con estos 14 servicios que echarán el cierre serán 98 en total las frecuencias semanales que se anularán en Galicia. Del recorte solo se salvarán el Eje Atlántico y los trenes que enlazan Santiago y Ourense por la nueva vía de AVE.

El recorrido más afectado sería el que enlaza Santiago y Ourense por O Carballiño, en la que se pasaría de 68 a 42 relaciones a la semana. Entre A Coruña y Ferrol se anularían otros 24 y catorce entre A Coruña-Monforte y Ourense-Puebla de Sanabria, este último ya anunciado a principios de año y cuyo servicio se realizará por autobús en junio. La lista se supresiones se completaría con otras 6 relaciones suspendidas entre Ourense y Monforte.

El Gobierno ofrece a las comunidades la posibilidad de mantener algunos servicios si contribuye económicamente, pero la Xunta rechaza tal posibilidad.