La conselleira de Facenda, Elena Muñoz, reclamó ayer una "colaboración intensa" entre la Fundación Novacaixagalicia y NCG para cofinanciar la obra social una vez que la extinta caja resultado de la fusión ya no tiene participación accionarial el en el banco y en consecuencia carece de una fuente de ingresos que garantice su actividad. Y es que la fundación se tendrá que manejar en el futuro con un presupuesto "más modesto", de unos 30 millones de euros anuales, por lo que conviene buscar la mayor eficiencia en su presupuesto.

Como vías para nutrir las arcas de la Fundación Novacaixagalicia, la conselleira citó la obtención de ingresos derivados de la gestión de su patrimonio inmobiliario -mediante su alquiler-, "que permite alcanzar importantes cantidades anuales que enjuaguen las necesidades de utilización del remanente de la entidad", la reducción de los miembros de alta dirección de once a dos, el "replanteamiento de su actividad, con un componente social incuestionable" y la necesidad de buscar el apoyo del banco. "Deberá colaborar de forma intensa con NCG para cofinanciar determinados servicios de elevado contenido social", dijo Elena Muñoz en su comparecencia en el Parlamento. Fuentes de Facenda precisaron posteriormente que esta colaboración deberá ejercerse sobre todo en las residencias de mayores.

La conselleira comentó que está elaborando el nuevo plan estratégico de la fundación tras su salida del accionariado de NCG Banco, en el que la Xunta apuesta por la "racionalización de la futura sobra social". "Es una vuelta a sus orígenes, priorizando la inversión de carácter social y la valorización de su importante patrimonio inmobiliario".

En cuanto a la composición de su patronato, la conselleira dijo que se exigirán elevados requisitos de cualificación profesional y que no podrán participar altos cargos de la administración ni políticos.