En Galicia hay en este momento 66 desapariciones inquietantes activas: 27 en A Coruña, 21 en Pontevedra y nueve tanto en Lugo como en Ourense. Por provincias, la de Pontevedra es la que más denuncias registró en los últimos dos años con 493 desaparecidos, le sigue A Coruña con 474, Ourense con 164 y Lugo con 80. Se trata de casos de adultos, la mayoría ancianos desorientados cuya pista se pierde un día sin causa aparente y sin dejar rastro.

"No cambias de número de teléfono, ni de domicilio por si llega alguna noticia. El sinvivir de la ausencia es peor que superar una muerte", repiten las familias afectadas. La mayoría admite que las habitaciones de los ausentes se mantienen como santuarios.

La desesperanza no hace mella en ellos, y en algunos casos contratan detectives privados y pagan equipos de rastreo, pero en otras ocasiones ese afán les lleva a ser víctimas de estafas por parte de falsos videntes.

Ahora, las redes sociales también se han convertido en grandes aliados de estas familias, aunque también entrañana riesgos. "Ofrecen muchas ventajas para compartir y difundir información, pero también para recibir falsas esperanzas", admite Flor Bellver.