El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, aseguró ayer que la prórroga de la concesión de Ence para continuar en la ría más allá de 2018 "no es automática" y advirtió que el informe ambiental que tendrá que emitir la administración autonómica será "determinante".Pero antes de adoptar cualquier decisión, según añadió, "habrá que ver qué oferta Ence y qué mejoras económicas está dispuesta a hacer la empresa" para permanecer en Lourizán. De esta manera el jefe del Gobierno gallego y líder del PPdeG certificó ayer en Santiago el "giro" dado por el Partido Popular en los últimos días en relación a la continuidad de la planta de celulosas más allá del 2018, año en el que vence la actual concesión estatal de los terrenos que ocupa en dominio maritimo-terrestre.

Feijóo recalcó, tras la reunión semanal del Consello de la Xunta, que analizarán "en detalle" la oferta que pueda plantear la compañía que dirige Juan Luis Arregui, sin perder de vista la opinión que puedan tener "las instituciones de Pontevedra, las instituciones democráticas" y "escuchando a los trabajadores afectados, a los agentes económicos y sociales" En cualquier caso, subrayó, "será una decisión meditada" . Además aclaró que el Ministerio de Medio Ambiente "no tomará ninguna decisión contraria" a lo que se diga desde Galicia.

Con estas consideraciones hacia el futuro de Ence, Feijóo da entidad a las puntualizaciones hechas días atrás por el presidente provincial del partido, Rafael Louzán, y el secretario general del PP gallego, Alfonso Rueda, en el sentido de que serán las "circunstancias objetivas" las que inclinen la balanza en el informe que remitirá la Xunta al Ministerio de Medio Ambiente cuando le pida opinión sobre la solicitud de prórroga de la concesión de Lourizán que tramitará Ence Energía y Celulosas.

Louzán, en primer lugar y de manera clara, y Rueda veinticuatro horas después, rompieron el hasta ahora discurso oficial del PP y de la Xunta, que no era otro más que Ence tenía una fecha de caducidad "improrrogable en la ría de Pontevedra: el 2018 y ante esta cita solo cabían dos opciones: el traslado a otra localización de la fábrica de Lourizán o el cierre.

La aprobación de la nueva Ley de Costas abre la puerta a la permanencia, así lo reconoce el propio Juan Luis Arregui.