Probablemente porque ya no había más remedio que asumirlo públicamente tras las sucesivas confirmaciones de los últimos dos días, el FROB admitía a última hora de la tarde de ayer lo esperable en la cúpula de CatalunyaBanc. El "cese" de su hasta ahora presidente, Adolf Todó, y el consejero delegado, Jaume Massana. Una decisión que el fondo les traslada en una reunión urgente celebrada durante la mañana y que supone el primer paso en la nueva estrategia que se ultima para la gestión de todas las nacionalizadas. El relevo era también conocido. El futuro máximo responsable de la entidad catalana es José Carlos Pla, del que el FROB ya tiró para la administración de Cajasur después de su intervención y que asumirá el cargo a partir del 1 de junio. Otro ejemplo, este compás de espera, que indica que los tiempos que manejaba el organismo eran otros.

Mientras, la presidencia correrá a cargo de Juan María Hernández Andrés, al que el FROB colocó tras la nacionalización como uno de los administradores únicos. Al consejo de administración entra también Francisco Orenés Bo, que fue interventor general en el Banco de Murcia.

La propuesta al consejo de Pla como nuevo líder de CatalunyaBanc se realizará "en los próximos días". Un mero trámite. El FROB es dueño del 100% del capital. De él señala el organismo que es "un profesional de acreditada experiencia en el sector financiero". Especialmente por su estrecha relación profesional con el BBVA, como señala la nota oficial, donde precisamente coincidió con José Ignacio Goirigolzarri, capitán de Bankia y al que todos los dedos apuntan como coordinador en la actividad del holding de la banca bajo tutela estatal, incluida Novagalicia.

La gran interrogante es si finalmente ésa será la postura que adopte el FROB para mejorar el negocio de las tres. El plan estratégico encargado a la consultora McKinsey y el banco de inversión Nomura advierte, según varias fuentes, que el riesgo de deterioro de marca será mayor cuanto más tiempo pase, por lo que las autoridades podrían decantarse por otra de las opciones. La de profundizar en el saneamiento de NCG y CatalunyaBanc y acelerar sus subastas.

En NCG rechazan que los cambios en gestores les vayan a afectar, aunque en el FROB no entran a hacer ningún comentario. La entidad marca las distancias por el avance de su proceso de reestructuración y recapitalización -en la catalana no se ha puesto en marcha ninguna medida- y la próxima semana presentará resultados trimestrales con, previsiblemente, la vuelta a beneficios.