Quince años tardará España en superar la crisis económica, según el presidente del Comité Económico y Social (CES), Marcos Peña, que ayer reclamó mesura en las promesas a la población, especialmente en lo relativo a la reducción de la "pavorosa" lista de desempleados. "Es casi inmoral prometer medidas a la gente con la pretensión de tendrán efectos inmediatos, porque no es así", espetó.

Peña dejó esta impresión durante un receso del Encuentro Anual de los Consejos Económicos y Sociales que tuvo lugar en Castellón y donde Galicia estuvo representada por Corina Porro, presidenta del CES autonómico. En declaraciones a los medios, informa Efe, Peña tumbó las previsiones del Gobierno en las que apunta a un inicio de la recuperación a partir del año que viene, dando por superado ya lo peor de la recesión. En su opinión, la crisis durará quince años y para salir de ella "de poco sirven" los "grandes pactos" sobre medidas "inmediatas". Son necesarias, considera, decisiones a largo plazo basadas en el consenso. "Más importante que el acuerdo es la voluntad de entendimiento; ya hace años que venimos pidiendo un mayor entendimiento de la clase política, más colaboración entre las instituciones", indicó. "Más que medidas, es necesario establecer un código de circulación que permita a España transitar", añadió.

Y es que pese al descrédito de la clase política que muestran las encuestas, para Peña ella es la clave. "De la situación actual o nos sacan los políticos o no nos saca nadie", aseguró.

Si bien no aportó recetas para que España gane competitividad y cree empleo, el presidente del CES señaló como determinante salvaguardar lo que denominó el "triángulo del bienestar": educación universal, pública y gratuita, sanidad y pensiones. "Cuando el ciudadano perciba que eso está garantizado nacerá el afecto de la sociedad hacia la clase política y eso solo se consigue desde una acción política más rutinaria y fatigosa y menos heroica", alegó.

Pese a que el paro supera los seis millones de personas y la emigración es una salida para un creciente número de ellas, Peña matiza que ahora abandona el país gente "licenciada" cuando antes lo hacían "sin oficio y en condiciones extremas". "Lo malo es que no puedan volver para aplicar lo aprendido en el extranjero, que el retorno hoy no sea posible", lamentó.

En este contexto, Peña defiende la falta de contestación social más grave como muestra de que España" es un país bastante serio". "Aun pasándolo mal la gente confía en que algún arreglo tendrá. Es sorprendente que en la situación actual, la contestación de la gente pueda calificarse de moderada", finalizó el presidente del CES, quien recordó que en este contexto estos organismos "son más importantes que nunca".