El FROB lanzará en solo unos días su nueva estrategia para la gestión de los tres bancos nacionalizados. De Novagalicia, CatalunyaBanc y Bankia, para los que la consultora McKinsey y los expertos de Nomura buscaron varios caminos a seguir en la intención del Gobierno de finiquitar de una vez por todas la reestructuración financiera. O una integración más o menos profunda de su día a día, incluso con servicios en común, o el adelanto de la venta de la entidad gallega y la catalana, que, a diferencia del grupo que preside José Ignacio Goirigolzarri por su condición de sistémico, están obligadas a salir en subasta en un plazo máximo de cinco años. Hacia esta última posibilidad, la de privatizarlas cuanto antes, apunta el plan definitivo, según aseguran varias fuentes, porque los mismos asesores advierten del riesgo que supone para el negocio el deterioro de la imagen y la prolongación de la recesión. Un giro de rumbo que podría conllevar también un cambio en el timón. Al menos en CatalunyaBanc, donde el fondo ultima ya el relevo del presidente, Adolf Todó. En el entorno de NCG se desmarcan de una decisión así en su cúpula y dan por hecho que seguirán sus actuales máximos responsables.

Como propietario del 100% de ambas entidades, el FROB tiene la última palabra. "No hay comentarios", señalan en el organismo en el que están presentes Banco de España y Ministerio de Economía, donde se remiten a lo que diga el dueño. Cualquier modificación que se haga entre directivos y si finalmente habrá holding de nacionalizadas o venta próxima tras una nueva limpieza del balance hacia la Sareb se comunicará por cauces oficiales. En el sector recuerdan que los rumores sobre esos cambios son constantes en los últimos meses y que incluso el ministro Luis de Guindos convocó a los principales banqueros del país para tratar abiertamente el delicado asunto.

La salida de Todó parece inminente, esta misma semana, según publicaba ayer el periódico La Vanguardia, que, como otros medios nacionales confirmaron a lo largo del día, tendría como sustituto a Carlos Pla, gestor de Cajasur tras la intervención de la entidad ligada a la Iglesia. La misma publicación incluía en las órdenes del FROB de reemplazo de ejecutivos en esta nueva etapa al presidente, José María Castellano, y el consejero delegado, César González-Bueno, de Novagalicia. Pero en el banco gallego marcan las distancias con el caso catalán, sin iniciar siquiera su plan de reestructuración, mientras aquí el proyecto de recapitalización y las "duras" medidas de ajuste "está dando resultados" . Precisamente el martes NCG presenta resultados trimestrales. Previsiblemente con la vuelta a beneficios, una ocasión, como dicen sus gestores, de "comparar modelos".

Aunque Novagalicia lo llegó a negar con rotundidad, FARO pudo comprobar el pasado mes de febrero, cuando también comenzaron los movimientos de relevo en CatalunyaBanc, que desde el Ministerio de Economía había contactos para modificar la cúpula del banco gallego. Incluso con el tanteo a varios empresarios para que asumieran el puesto de número dos.

La Xunta tampoco hace ningún tipo de comentarios sobre la posibilidad de que Moncloa les haya trasladado sus propósitos para el futuro de Novagalicia, y trasladan cualquier cuestión al banco.