La Lei de Inclusión Social prevé que la Risga sea compatible con el cobro de un salario. El texto fue aprobado por el Consello de la Xunta hace un par de semanas y ahora volverá al Parlamento, después de que el adelanto electoral del otoño pasado frustrase su tramitación.

El texto fija un máximo del 135% del salario mínimo interprofesional que no se podrá superar entre el salario y la Risga, si bien ese porcentaje desciende progresivamente durante seis meses si el beneficiario continúa en su puesto de trabajo. Si el salario mínimo fijado para este ejercicio es de 645 euros, quien cobre una Risga y logre un empleo no podrá superar los 871 euros mensuales en total.

Con este marco, quien perciba una Risga media de 388 euros -la cantidad varía en función de cada provincia- podrá cobrar una nómina de hasta 483 euros.

La Risga, sin embargo, establece una cuantía diferente en función de las cargas familiares que puede llegar, por ejemplo, a rozar los 600 euros en el caso de alguien en paro con dos hijos y su pareja también desempleada. Para este caso, el límite para compatibilizar el subsidio con un trabajo es el mismo, por lo que no podría percibir más de 271 euros por él si quiere mantener la ayuda de la administración.