El Gobierno no solo quiere que las comunidades autónomas reduzcan sus partidas de gastos, sino que también las alienta a que implanten tributos propios y exploten su capacidad normativa al máximo. Sostiene que todavía tienen margen para subir sus impuestos y así generar ingresos adicionales que contribuyan a sanear las arcas públicas.

"Por el lado de los ingresos en las comunidades autónomas existe margen todavía para agotar la capacidad normativa actual en impuestos propios", asegura el Ejecutivo central en el programa de estabilidad actualizado que se remitió a las autoridades europeas.

El Gobierno calcula que de explotar al máximo esta vía, las autonomías podrían ingresar cada año unos 2.000 millones de euros, "estimación que se basa en continuar con la tendencia actual de aumento de la capacidad normativa en tributos cedidos y el margen en tributos propios, en particular de carácter medioambiental".

Como ejemplos de las posibilidades que se le brindan a las comunidades, el Ejecutivo central cita algunas, ya puestas en marcha o modificadas aprovechando su capacidad tributaria, como impuestos sobre bolsas del plástico, sobre el impacto medioambiental o actividades que inciden en el medio ambiente, tasas sobre el juego y sobre alojamientos turísticos, sobre grandes superficies comerciales, instalaciones eléctricas o residuos. "Esto es resultado de una flexibilización de los límites establecidos en la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas para la creación de estos impuestos", se apunta en el programa de estabilidad.