El Partido Popular de Ourense echa las redes en río revuelto. A primera hora de ayer, los populares acudieron a la jefatura de la Policía Local -la única oficina municipal abierta- para pedir la convocatoria de un pleno extraordinario con el que ahondar en la hemorragia del Ejecutivo local, en crisis por los gastos en fiestas y almuerzos con cargo a ayudas públicas. El alcalde reaccionó con la primera petición de disculpas del regidor desde que FARO reveló la polémica contabilidad.

El PP propone la reprobación del alcalde "por su gestión y actitud" tras justificar el gasto en fiestas y el préstamo oculto a un funcionario. La amonestación se someterá a votación del pleno, donde los socialistas carecen de mayoría, reclamándose además en el único punto del día que el regidor dimita.

El órdago del PP mide, sobre todo, la capacidad de reconciliación del gobierno socialista y pone a prueba la confianza deteriorada de su exsocio y la batalla fratricida de las dos familias del PSOE en Ourense.

Los nacionalistas informaron de que está previsto un Consello Local para dilucidar su postura sobre esta cuestión. La petición del PP buscaba justo el posicionamiento del BNG, que será clave en esa sesión al confirmar ayer Democracia Ourensana su voto a favor de la reprobación del alcalde.

El viernes, tal y como publicó este diario, el Bloque amenazó con bloquear los presupuestos y el PXOM, dos de los proyectos clave de la ciudad a corto y medio plazo.

Los populares se postularon para tomar el mando tendiendo la mano a aliados -PP y PSOE tienen mismo número de ediles, 11-, incluido al BNG, según el portavoz Rosendo Fernández.