Novagalicia cerró 2012 con unas pérdidas de récord, 7.937 millones de euros, una cifra ya adelantada a su plantilla y a la Unión Europea y esperada, dadas las necesidades de capital que los decretos de saneamiento y provisiones aprobados el año pasado por el Gobierno impusieron a las entidades financieras, que llevaron al Ejecutivo a reclamar un rescate de 40.000 millones para el sector.

Los resultados de la entidad se deben, dice, a las elevadísimas provisiones que tuvo que realizar, una cifra también mareante, de 8.224 millones de euros, casi tanto como tiene previsto gastar la Xunta (8.429 millones) este año y que multiplica por 42 las realizadas en 2011 (194 millones), pero sanea las cuentas de la entidad, que prevé volver a ganar dinero este año.

NCG destinó el 63% de esos saneamientos y provisiones (5.187 millones) a cubrir su cartera de créditos, 1.430 millones compensaron la depreciación de activos (solares, edificios y viviendas, entre otros) que el banco se quedó en pago de deudas y las pérdidas que tuvo que repercutir sobre los activos inmobiliarios traspasados al llamado banco malo o Sareb. La entidad destinó otros 1.405 millones a sanear otros activos financieros y 202 a otras dotaciones. El banco traspasó a la Sareb activos por valor de 5.100 millones de euros con un descuento medio del 63%.

Sin Banco Gallego

Los resultados de NCG son los primeros tras esa segregación y por primera vez aparta de sus cuentas la aportación de Banco Gallego, vendido al Sabadell, por lo que la entidad considera que los datos operativos no permiten hacer una comparación homogénea con el anterior ejercicio. La pérdida supone multiplicar por 42 la registrada el ejercicio pasado (186,2 millones).

El banco que preside José María Castellano presenta sin embargo algunos índices de mejora, como el margen de intereses (la diferencia entre lo que gana por financiar a sus clientes y lo que paga por obtener ese capital), que aumentó un 7,2%, hasta los 724 millones de euros. O la reducción de sus gastos operativos, que cayeron el año pasado un 1,9%, sin la reestructuración de plantilla habría sido del 25%.

Novagalicia obtuvo un margen bruto positivo, de 974 millones, pero un 7,2% inferior al de 2011, que la entidad atribuye a los resultados de operaciones financieras, la aportación de recursos al Fondo de Garantía de Depósitos y al descenso de un 21,9% de los ingresos por comisiones por la reducción de las que cobran a sus clientes.

Pero ¿qué suponen unas pérdidas tan elevadas para el futuro de NCG? Los números rojos, que en el resultado antes de impuestos se elevan a 8.056 millones de euros, son el resultado del ejercicio de transparencia que el Ministerio de Economía impuso al sector financiero para conocer exactamente a cuánto ascenderían sus pérdidas si la bomba de relojería del ladrillo estallaba definitivamente.

Los decretos de De Guindos obligaron al sector a hacer una hucha especial para cubrir una media de un 45% de los activos inmobiliarios en manos de la banca y a repercutirla en sus cuentas. De ahí, que buena parte de las entidades hayan reducido sus resultados o declarado pérdidas, pero que su viabilidad futura esté ahora más garantizada, sobre todo tras el rescate.

Liquidez

Por eso Novagalicia tiene una liquidez de 26.873 millones de euros, y podría echar mano de forma inmediata de un 40% de ese capital (10.869 millones). Con él, el banco podría hacer frente a todos los vencimientos de deuda (por 9.304 millones) que tiene pendientes hasta 2050. Su "colchón" es suficiente, dice NCG, para superar los requisitos de liquidez de la normativa financiera conocida como Basilea III, que entrará en vigor en 2015.

Su fondo de insolvencias es ahora de 2.803 millones de euros, con lo que la tasa de cobertura de sus riesgos roza el 60%, siete puntos porcentuales más que ene 2011

El rescate europeo impuso a la entidad gallega una reducción de balance que ya ha comenzado. NCG cerró 2012 con unos activos de 59.982, un 17% menos que hace un año. Sus activos ponderados por riesgo disminuyeron un 40% por la desconsolidación del Banco Gallego, el traspaso de activos al banco malo y la reducción de la inversión crediticia . La entidad vendió además 10.073 inmuebles por 950 millones de euros, un 39% más que el año anterior, lo que unido al traspaso de activos al banco malo redujeron su exposición al riesgo promotor un 92%.

NCG concedió 8.379 hipotecas por más de 1.500 millones de euros y créditos por un total de 10.201 millones, el 59% para familias y otro 33% para empresas.

El crédito a la clientela sumaba 30.795 millones a cierre de 2012, 17.757 menos que un año atrás por la reducción de inversión a grandes empresas y el peso de Banco Gallego. Mientras, los depósitos sumaban 38.808 millones. Novagalicia reconoce una caída en el ahorro de sus clientes de 4.800 millones, un 11% tras descontar el impacto de Banco Gallego. De los 43.600 millones que sumaban al cierre de 2011 a los 38.800 de ahora, una caída superior a la media del sector (-8,6%) que NCG atribuye en parte al cierre de oficinas.