Banco Sabadell, el portugués Banco Espirito Santo (BES) y Banesco, el primer banco privado venezolano, han presentado una oferta vinculante para hacerse con Banco Gallego, entidad controlada por el FROB, cuyo proceso de subasta deberá resolverse antes de que finalice este mes. Ayer expiró el plazo para presentar ofertas en firme por la entidad que preside Juan Manuel Urgoiti y las tres entidades que ya habían mostrado un interés inicial por la puja del Gallego han confirmado su apuesta por participar en la subasta, confirmaron a este diario fuentes del sector financiero.

El Sabadell parte como favorito en la puja y una de las razones para tener más opciones es que como entidad catalana permite una solución doméstica al canje de las preferentes de Banco Gallego, colacadas en su totalidad entre inversores institucionales. Tras la quita, los tenedores recibirán acciones, que si fueran del banco catalán les permitiría estar en una empresa cotizada española y vender las acciones en el mercado les sería más fácil.

La entidad presidida por Jospe Oliu lleva años queriendo expandirse en Galicia. Acaba de crear dos direcciones territoriales en el sur y norte de la comunidad de la mano de un plan de crecimiento a largo plazo con medio centenar de oficinas.

El Espíritu Santo ya intentó en el pasado la adquisición del Banco Gallego y tiene en marcha un plan de expansión en territorio español. La entidad lusa confirmó, mediante un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), su interés por adquirir Banco Gallego.

El proceso para la venta de la entidad gallega arrancó a finales del mes de febrero, cuando el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) distribuyó el cuaderno de venta entre varias entidades y abrió el plazo hasta el 5 de abril para presentar propuestas en firme. El propio director del fondo anunció en enero que la venta deberá estar resuelta antes de que comience mayo.

La subasta de Banco Gallego no incluye, como ya ocurrió con Catalunya Banc, un esquema de protección de activos (EPA). Fuentes financieras consideran que el menor tamaño de la primera la hace más fácil de integrar en otra entidad, a diferencia de la catalana, cuya subasta fue suspendida el pasado mes por el FROB, al considerar insuficientes las ofertas.

El Fondo era accionista de la entidad porque antes lo fue NCG Banco, que es propiedad del FROB. Tomó el control tras provocar una operación acordeón en la entidad, aprobada con sus votos en la junta de accionistas celebrada en enero.

La ampliación de capital que siguió a la reducción a cero del capital se saldó con la aportación de 80 millones de euros del FROB, a través de NCG Banco, y otros 42.148 euros de otros accionistas.

De acuerdo con las cuentas aprobadas en esa misma junta, hasta octubre del año pasado el banco acumulaba unas pérdidas de 275 millones de euros. En diciembre de 2012 transfirió a la Sareb activos por 1.025 millones de euros y en febrero de este año el propio FROB cifró en 150 millones de euros el desfase patrimonial de Banco Gallego.

Además, el fondo estatal ha establecido unas quitas para los titulares de preferentes de la entidad que se sitúan, de media, en un 50%, aunque las operaciones están pendientes, precisamente, de que la entidad que se haga con Banco Gallego ofrezca alguna otra salida a los preferentistas.