Mientras unos se encierran con los afectados, otros se escapan de ellos por las ventanas del ayuntamiento. La falta de una estrategia definida por parte del PP ante las protestas por las preferentes está derivando en que sus regidores, que son los que tienen que lidiar directamente con los perjudicados, se estén posicionando cada uno en un bando. El presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán, intentó con desigual éxito encarrilar la posición de los alcaldes al pedirles que dieran la cara ante los preferentistas. Lo hizo durante el último congreso del PP de Pontevedra, celebrado en el recinto ferial de Silleda, a donde se trasladó a última hora para esquivar las protestas, y que se blindó con fuertes medidas de seguridad para evitar que se acercaran los afectados por las preferentes.

Para alcaldes como el de Moaña, José Fervenza, o el de Cangas, Enrique Sotelo, los preferentistas son víctimas, pero otros les temen, hasta el extremo de buscar la protección de treinta y cinco agentes para abandonar el Concello, como fue el caso del alcalde de Ponteareas, Salvador González Solla. "He pedido protección, también porque así me lo exigió la oposición y la propia policía local, que el primer día se vió desbordada", justifica.

Sucedió el martes, cuando durante la celebración de un pleno, uno de los afectados por las preferentes pidió la palabra. Acto seguido el regidor levantó la sesión y una hora más tarde salió por la puerta principal del Concello, pero rodeado de un cordón de seguridad propio de un mandatario de Estado. Pero esta imagen inaudita se suma a otra similar: el regidor ponteareano saliendo por la ventana del consistorio para evitar a los preferentistas.

Las alcaldesa de Mos, Nidia Arévalo, ha recurrido también a la protección de las fuerzas del orden para que la acompañen en otras ocasiones. De hecho, fue la primera en pedir protección policial frente a los afectados. "Existe una distancia muy corta entre que te insulten y que te agredan y nosotros somos la parte más débil. Yo conozco a los afectados de Mos pero muchos de los manifestantes son desconocidos", asegura.

En su opinión, la interrupción de los preferentistas a los plenos es "un asalto a la democracia".

"Es injusto que nos traten como a delincuentes", respalda González Solla.

En el bando opuesto están otros regidores como el de Moaña, que ayer se encerró junto a otros integrantes de la corporación en el consistorio en apoyo a los afectados por la venta de preferentes y subordinadas. "Mi deber como alcalde es ayudar a mis vecinos, que fueron víctimas de un agran estafa", explica Fervenza, quien no solo se ha fotografiado con la camiseta reivindicativa, sino que ha pasado la noche con los preferentistas. Y, a diferencia de sus compañeros de partido, sin fuerzas policiales de por medio. "Va en contra de mis principios", asegura. Su postura, según explica, cuenta con la comprensión de su partido. "En el PP saben perfectamente cuál es mi opinión y quieren que los defienda", aclara. "Si tengo que estar un año con ellos, estaré. Es mi deber", añade el regidor.

La respuesta de algunos alcaldes va más allá del siemple apoyo. El regidor de Cangas, Enrique Sotelo, no solo se ha reunido con los afectados y se ha encerrado con ellos en señal de protesta sino que incluso ha retirado las cuentas que el Concello tenía en Novagalicia. "La gravedad de la situación es tal que nadie puede cerrar los ojos", justifica. "Los ciudadanos siempre tienen la razón y nuestra obligación es estar a su lado. Lo que ha pasado es una injusticia y no creo que haya hecho nada fuera de lugar", denuncia.

Sotelo se encierra con los afectados (Cangas) - José Enrique Sotelo adoptó desde el primer momento una posición de solidaridad. Como alcalde de Cangas, recibió a los damnificados, retiró las cuentas municipales de Novagalicia e incluso se encerró con un grupo de preferentistas en una oficina del banco (en la imagen).

Arévalo se refugia en la policía (Mos) - La alcaldesa de Mos también suele rehuir un contacto directo con los preferentistas. En los últimos plenos, Nidia Arévalo siempre ha salido escoltada por un nutrido grupo de policías que se supone la protegen, una situación que intenta desdramatizar con una permanente sonrisa.

Fervenza y su vigilia reivindicativa (Moaña) - José Fervenza fue incluso más allá que su homólogo cangués. Durante el pleno del pasado miércoles, no dudó en ponerse una camiseta reivindicativa (en la foto) y acompañar a los preferentistas durante toda la noche en una vigilia que acogió el salón municipal.

Solla, del balcón al cordón policial (Ponteareas) - Tras protagonizar una imagen inédita dejando el Concello por una ventana, Salvador González Solla proporcionó el miércoles otra: abandonar el consistorio blindado por un espectacular cordón de más de 30 agentes. Su caminata dio la vuelta a España.