En 2009, diez años después de lograr desbancar a pesos pesados de la arquitectura como Jean Nouvel para hacerse con el proyecto de la Cidade da Cultura, el neoyorquino Peter Eisenman expresaba su deseo de poder ver acabado lo que dibujó sobre el papel para el monte Gaiás. En aquel momento señaló que "si la Xunta decidiese paralizar los dos edificios de Gaiás que faltan, lucharía para evitarlo". Parece que ha llegado el momento de esa lucha, ya que el Gobierno gallego ha decidido paralizar "definitivamente" -no se trata de ningún aplazamiento, como hasta ahora, debido a la crisis- los dos edificios que faltan del complejo cultural, el Teatro de la Música y el Centro Internacional de Arte.

Así lo han confirmado ayer fuentes del Ejecutivo autonómico, pero ya la votación en el Parlamento autonómico de una moción del BNG que proponía dicha iniciativa dejó claro que el gabinete de Feijóo refrendaba frenar definitivamente ambos edificios. Porque entre los diputados que dieron el sí se encontraban tanto el presidente de la Xunta como el conselleiro de Cultura, Jesús Vázquez; el vicepresidente del Ejecuctivo, Alfonso Rueda; o el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández. Todos ellos dieron su visto bueno a la moción nacionalista.

La iniciativa del BNG también fue avalada por los votos de Alternativa Galega de Esquerda pero, sin embargo, los socialistas se abstuvieron. Estos, a través de su portavoz, Abel Losada, explicaron que comparten la necesidad de paralizar las obras, pero estiman necesario buscar una fórmula que evite tener que pagar una indemnización millonaria -que estiman en 18 millones de euros por año- a las adjudicatarias. Porque ambas construcciones están ya licitadas y adjudicadas desde la última etapa de Manuel Fraga, aunque los posteriores gobiernos, debido a los recortes, decidieron congelarlas a la espera de que volvieran las vacas gordas.

El apoyo de los populares llegó por sorpresa, ya que en el debate de la moción su diputado Agustín Baamonde había aludido a tomar una decisión al respecto "en el horizonte de 2014", la misma postura reiterada hasta ahora por el Gobierno de Feijóo. De hecho, el Bloque ya había llevado a la Cámara esta misma sugerencia sin éxito a la hora de recabar el apoyo popular.

Aunque la moción presentada por el BNG incluía varios puntos, los populares solo prosperó el primero, por el que el Parlamento instaba a la Xunta a iniciar "de inmediato los trámites necesarios para proceder a la paralización definitiva de los dos edificios pendientes de construir en la Cidade da Cultura". Las dos edificaciones que la austeridad ha paralizado -momentáneamente hasta ahora- son los dos centros estrella del complejo: el Centro Internacional de Arte y eel Teatro de la Música, que, para más señas, era la criatura "favorita" de Eisenman de todo el complejo.

Pese a que el primer punto de su moción -defendida por Ana Pontón- fue aprobado, el BNG lamentó que el PPdeG no secundara otros apartados de su propuesta, como la reprogramación de los fondos del Gaiás para sectores culturales, u obtener una copia de los contratos de la Fundación Cidade da Cultura de 2011 y 2012.

Por su parte, los socialistas, que sí apoyaron estos dos puntos de la moción, abogaron, a través de Francisco Caamaño, abordar de otra forma la paralización; pedían que esta se realizara "sine die". Según Losada, su abstención no implica que su grupo defienda seguir con las obras. "No pedimos que se retomen. Creemos que no hay que hacerlo. Pero defendemos que hay que buscar una vía que minimice el impacto económico de esta paralización", subraya. Si se produce una paralización definitiva, advierte, habrá que indemnizar a las constructoras. "Al proponer una paralización sine die, sin fecha, evitamos la indemnización y esa fue la razón por la que nos abstuvimos en el primer punto", concluye el portavoz socialista.