La división interna de la Real Academia Galega (RAG) queda latente en la posible concurrencia de dos listas a la presidencia por primera vez en la historia de la institución. La fractura entre los miembros del plenario dificulta una lista de consenso. La crisis estalló con la dimisión de Xosé Luis Méndez Ferrín como presidente, tras denunicar una campaña de acoso contra su persona y advertir de que la independencia de la Academia estaba en peligro.

Tras el posicionamiento público del tesorero en funciones, Manuel González, único candidato reconocido a la presidencia y al que se presenta como el candidato de los académicos más próximos a Ferrín; el grupo crítico con la gestión de la actual directiva acelera el paso en la búsqueda de apoyos. Más, cuando no se ha fijado aún la fecha de celebrar las elecciones, pero la dirección en funciones se ha posicionado a favor de no agotar el plazo establecido de tres meses.

El catedrático Xesús Alonso Montero reconoció que valora la posibilidad de encabezar una lista, a propuesta de un "grupo de académicos", sin precisar sus nombres. El sector crítico de la RAG indicó entonces públicamente que apoyaría la candidatura de Alonso Montero. Académicos consultados sostienen que la lista del escritor estaría auspiciada por el frente crítico y que en esa candidatura estaría Rosario Álvarez, la presidenta del Instituto da Lingua Galega. Esta semana es clave en la búsqueda de apoyos que avalen esa candidatura alternativa y en la que no cabrían miembros de la directiva anterior y, por tanto, del cuño de Ferrín, según fuentes de la RAG.

Alonso Montero está estos días dejándose aconsejar sobre su decisión por personas incluso ajenas a la institución, aseguran conocidos.

Por su parte, los académicos que respaldan a Manuel González destacan que el actual tesorero puede ser un candidato de consenso que suscite amplios apoyos, pues sabe "navegar muy bien" entre aguas y es una persona dialogante. "Nadie conoce mejor que él la Academia", indicaron miembros próximos al tesorero, que lleva más de dos décadas en la institución y 13 años en cargos directivos. En esta lista, denominada continuista, fuentes consultadas sitúan también al actual secretario en funciones, Francisco Fernández Rei.

Aunque públicamente ambos sectores se muestran proclives al diálogo e insisten en la importancia de alcanzar un lista "de consenso", en la práctica el acercamiento de posturas se promete difícil.

Alonso Montero es, para otros académicos consultados, una persona con una buena proyección como intelectual y estudioso de la lengua, que lo convertiría en un candidato adecuado a los intereses actuales de la Academia, inmersa en un momento convulso.