Tras semanas de desencuentros, PSOE y PSdeG llegaron ayer a un acuerdo para celebrar en Galicia unas primarias consultivas como antesala del congreso que elegirá al nuevo secretario xeral de los socialistas gallegos. Se realizará una consulta a las bases el día 1 de junio en la que los militantes expresarán su preferencia por uno u otro candidato al elegir a sus delegados para el cónclave, puesto que cada aspirante se presentará ante las agrupaciones locales con una candidatura donde figurarán ya los compromisarios afines a su causa. En todo caso, la elección oficial del secretario xeral se producirá el 6 de julio en el congreso extraordinario y por el voto directo de los delegados.

Este acuerdo lo cerraron ayer en Madrid el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el actual secretario xeral de los socialistas gallegos, Pachi Vázquez. Según ambas partes, esta experiencia piloto respeta los estatutos y a su vez da cumplimiento al mandato del comité nacional del PSdeG que el pasado 2 de marzo aprobó por el 90% de los votos convocar primarias para elegir a su nuevo líder.

Para alcanzar este pacto, ambas partes tuvieron que ceder y apostar por una fórmula intermedia que necesita de un reglamento específico que se redactará en un plazo de dos o tres semana. No son unas primarias puras -donde cada militante cuenta con voto y elige directamente al secretario xeral- porque los estatutos federales del partido las prohíben para cargos orgánicos, pero con la fórmula pactada aparcan una polémica y Rubalcaba cierra uno de los frentes abiertos.

Todos los militantes se pronunciarán indirectamente en una consulta con urna y voto secreto sobre su candidato favorito. Lo harán a la hora de elegir a sus delegados para el congreso, porque la principal novedad estriba es que cada lista de compromisarios estará ahora encabezada por uno de los candidatos a secretario xeral.

Con estas primarias consultivas se abre la puerta a la participación de toda la militancia en la elección, aunque indirecta, del nuevo secretario xeral, como quería el PSdeG, y al mismo tiempo se conjura el riesgo, como trataba de evitar el PSOE nacional, de que el resultado de esta consulta fuera invalidado en el congreso posterior. Porque se parte del principio de que cada delegado, luego en el cónclave, apoyará al candidato a secretario xeral en cuya lista se presentó ante las agrupaciones locales.

No obstante, falta por ver cómo se fidelizará este respaldo en el congreso, puesto que los delegados tiene voto directo y secreto y cabría la opción de cambiar de opinión.

El PSOE nacional, que se opone a las primarias puras -de hecho tanto Rubalcaba como el propio Pachi Vázquez la rechazaron en el último congreso nacional ante la petición de Carme Chacón-, asegura que la fórmula pactada ayer en Madrid respeta los estatutos del partido y permite "desarrollar la voluntad de ambas direcciones" de ampliar "al máximo la participación de los militantes".

Por el momento, solo el presidente de la Diputación de Lugo, José Ramón Besteiro, ha dado el paso adelante para competir por la secretaría xeral del PSdeG. La ferrolana Beatriz Sestayo no lo descarta, Francisco Caamaño se mantiene en una postura ambigua y las opciones de José Blanco dependen de se abra juicio oral contra én en el caso Campeón.

La portavoz parlamentaria socialista, Soraya Rodríguez, consideró ayer que el acuerdo podría extenderse a otras federaciones en los mismos términos y la diputada Carme Chacón se ha felicitado por el pacto alcanzado, ya que considera que responde a las exigencias de apertura y transparencia de los militantes. También el presidente del PSdeG y alcalde de Lugo, Xosé Clemente López Orozco, ha saludado las celebración de estas primarias consultivas.