Díaz-Rincón ofreció ayer recetas para compañías "muy humanas" como Invertaresa, sin alta tecnología y dedicadas a aplicaciones de hormigón, entre otras cosas. Un término resumió su consejo: multilocalizar. "Es la única forma de luchar contra la competencia", aseguró, para combatir la caída "bestial" del mercado español.

El ejecutivo considera que para competir es necesario no deslocalizar una firma, sino situar parte de su producción allí donde es más barato, manteniendo las aportaciones de conocimiento en su sede. Solo así se podría competir, cree, con los costes salariales en China, donde los costes por trabajador son de 3 euros frente a los 18 de España.

Además, China crece, alertó. "No solo fabrican barato y son maquilas, estamos equivocados", añadió. En 2014 sus patentes crecerán un 26% y las españolas caerán un 20%, cifró.

En ese proceso de multilocalización es necesario "incorporar gente de fuera" y ayuda administrativa para mejorar la financiación de las empresas y reducir y optimizar las oficinas del Ícex en el extranjero.