En un año en el que se dispararon los gastos financieros de las comunidades autónomas, Galicia ha sido capaz de contener su incremento. Mientras en el conjunto de las autonomías el coste de los intereses por recurrir a financiación externa -ya fuera a través de las vías ofrecidas por el Estado, como el FLA, o en los mercados ordinarios- se incrementó en un 37,4%, en el caso de Galicia se quedó en casi la mitad, pues subió un 20,1%.

Aún así, otras autonomías lograron unas cifras más bajas, como es el caso de Cataluña -sometida a un fuerte programa de control por solicitar el rescate del Gobierno central-, Canarias y La Rioja, según revelan los datos del informe provisional de ejecución presupuestaria del año 2012 elaborado por el Ministerio de Hacienda.

En los dos años anteriores, debido a la evolución de la prima de riesgo y a las dificultades para obtener financiación externa, los gastos financieros se habían duplicado. Pero en 2012 se ha conseguido poner freno a la escalada de este coste. En 2010, la Xunta tuvo que pagar en intereses 122 millones de euros, que se elevaron a 214 en 2011 y a 257 el pasado año.

En la línea seguida en el conjunto del Estado y debido a las medidas impulsadas por el Gobierno central para contener el déficit, el gasto en personal se redujo en torno a un 8%. Otra vía elegida para reducir el gasto total fue la reducción de las inversiones. De media se redujeron un 13,4%, pero en el caso de Galicia la merma fue mucho menor, de solo el 3,4% con respecto al anterior ejercicio. En 2012, las obligaciones reconocidas, es decir, el dinero ya comprometido por obras realizadas, ascendió a un total de 658 millones de euros.

Sin embargo, la Xunta fue capaz de mejorar sus transferencias de capital (subvenciones) en un 7,8% mientras que el conjunto de las autonomías presenta un recorte del 13,4%.