El conflicto de las participaciones preferentes en Novagalicia Banco va camino de convertirse en un problema de liquidez en cuanto sus titulares reciban acciones a cambio y el Gobierno no explique cómo se las va a comprar para que reciban el dinero en mano. Pero, por lo pronto, la cúpula de Novagalicia Banco insiste en defenderse por la venta de las preferentes y subordinadas (por parte de las cajas) con dos argumentos. El primero, en el que reconoce mala praxis en algunos casos. El segundo, que nunca tuvieron "ninguna intención" de estafar a sus clientes pero que "quizás" no informaron correctamente de los riesgos que entrañaban los productos. "Hicimos esta comercialización pensando siempre que estábamos haciendo las cosas bien". Así lo defendió ayer el director general de NCG, Juan Díaz Arnau, en una entrevista concedida a RNE.

El directivo de la entidad incluso desveló que su madre e hijo son titulares de este producto híbrido, por lo que, en teoría, no podrían someterse a la vía del arbitraje (por ser familiares directos de un trabajador del banco). Díaz Arnau asegura que, "quizás, lo que hubo fue un problema de vicio en el consentimiento". ¿Qué significa esto? Que la entidad no informó correctamente a sus clientes de los riesgos que entrañaba este producto y, por lo tanto, la firma del contrato de compra de estos valores estaba viciada. "Lo hicimos pensando que estábamos haciendo lo mejor para nuestros clientes", enfatizó Arnau.

El director general de Novagalicia entiende que "los culpables" de la situación fueron todos aquellos "que confiaron en estar haciendo las cosas bien", incluido él mismo. Se desprende así que desde la entidad no se valoró el riesgo que entrañaba la venta de un producto de riesgo no ya en el mercado, sino entre ahorradores minoristas sin ninguna experiencia como inversores. "Nunca nadie imaginó lo que iba a venir", agregó Arnau. Lo que vino fue una crisis financiera que tumbó la comercialización de estos productos híbridos en el mercado secundario, con un valor muy depreciado y que no tiene garantías de cobro de intereses si el banco está en pérdidas o, como es el caso, si éste se reestructura bajo las directrices de la Comisión Europea. Todos los productos híbridos se convertirán, antes de que finalice el mes -según el plazo marcado por Bruselas- en acciones de un banco no cotizado.

Arbitraje

Pese a esto, Díaz Arnau expresó ayer su deseo de que la vía de la mediación llegue "a todos los clientes" que sufrieron mala comercialización de las preferentes y subordinadas, al tiempo que se desvinculó de las decisiones de la Comisión Europea de canjear estos productos con una quita (implica pérdidas para sus titulares). Eso sí, defiende la vía judicial y cree que los clientes "tendrán más probabilidad de prosperar en todas las iniciativas que vayan contra el vicio de consentimiento", contra la falta de información. Arnau cifra en "más de 14.000" los casos resueltos, hasta la fecha, por la vía del arbitraje.