En su afán por rastrear todos los posibles ingresos con los que nutrir las necesitadas arcas autonómicas y en el menor tiempo, la Xunta no ha descuidado ninguna opción. Como la de que los funcionarios trabajen horas extras para revisar las declaraciones de los contribuyentes que afectan a los impuestos cedidos y agilizar su tramitación con el objetivo de anticipar el cobro de estos tributos. Tan bueno debió resultar su trabajo, que Facenda los gratificó en 2012 con casi 300.000 euros, aunque para ello tuvo que hacer en el último momento una modificación de crédito presupuestario para afrontar estas primas.

Esta actividad "extraordinaria y fuera de la jornada laboral habitual" corresponde a un plan especial diseñado por la Consellería de Facenda para comprobar los impuestos sobre Sucesiones y Donaciones, Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados. En esta campaña participaron tanto personal de las jefaturas territoriales de Facenda como de las oficinas liquidadoras de los registros de la propiedad y se desarrolló durante 2011 y 2012.

Su misión específica consistió en "anticipar en el tiempo" la comprobación de las declaraciones y adelantar la recaudación para que cuanto antes estos ingresos pasaran a las arcas autonómicas. Este plan especial supuso que solo en 2011 se pudieran comprobar en tiempo reducido declaraciones por importe de 70 millones y, en consecuencia, incorporar anticipadamente a la hacienda pública los tributos correspondientes a esos tributos.

Ante estos resultados por un trabajo realizado en horas extras, la Xunta les concedió a los funcionarios responsables de esta inspección una "gratificación especial" por 294.390 euros, si bien para ello el pasado mes de noviembre se tuvo que realizar una modificación del crédito presupuestario de la Consellería de Facenda.

La lucha contra el fraude fiscal fiscal se ha acentuado en este inicio de año, coincidiendo con la puesta en funcionamiento de la Axencia Tributaria de Galicia. Durante los meses de enero y febrero, la Xunta ha enviado algo más de 2.900 apercibimientos para reclamarles el pago de impuestos o advertirles de sanciones por supuesto fraude. A todos se les exige que se pongan al día con la hacienda autonómica y que salden sus deudas. El fraude fiscal en Galicia, según se debe a una doble razón: a la ausencia de declaración de "hechos imponibles" por parte de los contribuyentes, es decir, que dejan sin notificar operaciones por las que deben pagar un tributo, y a que la declaración de los bienes que forman parte de la base imponible se hace por un valor inferior al real para así pagar menos a la hacienda autonómica. Sobre estos últimos se centró la campaña especial desarrollada por los funcionarios de Facenda que hora fueron gratificados con 300.000 euros.

¿Qué se notificó en esos 2.900 requerimientos? Pues de todo, para liquidar algunos de los impuestos autonómicos, inicio de expedientes de sanción, imposición de multas por infracciones tributarias, reintegro de subvenciones porque el beneficiario no cumplió las condiciones, apertura de trámites de audiencia para dar al infractor la posibilidad de explicarse y hasta comunicaciones de embargo de cuentas, bienes, vehículos y también nóminas.