La inmensa mayoría de la deuda gallega, un 54%, se concentra en la emisión de valores. Bonos a medio y largo plazo, el instrumento que también la Xunta eligió hasta ahora para colocar más del 85% del plan de endeudamiento de este año. Otros 2.073 millones de euros están en préstamos con entidades financieras españolas. 1.333 millones, un 16%, en créditos con bancos de otros países. Finalmente hay 351 millones en financiación público-privada. Junto con Navarra y País Vasco, Galicia es la única comunidad que aparece con un saldo a cero en el Fondo de Liquidez Autonómico y el Fondo de Financiación para el Pago a Proveedores.