"No voy a molestar más". Con esta frase oficializó Carlos Aymerich su renuncia como diputado del BNG en muestra de su oposición a "la deriva" de la línea política que el domingo adoptará la formación en la Asamblea Nacional, en la que Xavier Vence será elegido nuevo portavoz nacional. Seguirá como militante de base del Bloque, pero se reincorporará a su plaza de profesor de Derecho en la Universidade da Coruña. "Es lo que debo hacer, ya dije que no estaba de acuerdo con esta línea política", declaró ayer en el Parlamento, en alusión al giro soberanista de la formación frentista.

La decisión de Aymerich, que fue despedido ayer con palabras de alabanza y cariño por parte de todos los grupos parlamentarios, supone su adiós definitivo a la primera línea, después de que tras la asamblea del año pasado en la que su alianza con Xosé Manuel Beiras, hoy en Anova, perdió ante el tándem Guillerme Vázquez-Francisco Jorquera, avalado por la Unión do Povo Galego (UPG), corriente hegemónica en el Bloque y ahora también en el grupo parlamentario. Entonces solicitó su reincorporación a la universidad, pero finalmente acabó aceptando liderar la lista nacionalista por Pontevedra en las autonómicas de octubre. El descalabro de su formación, que perdió cinco diputados, dejó a Aymerich como único diputado del Bloque ajeno a la UPG y símbolo de la pluralidad interna tras las escisiones surgidas después de la asamblea de Amio.

Entonces, parte de los antiguos compañeros de Aymerich, entonces en Máis Galiza, abandonaron el Bloque, algo a lo que se negó el aún diputado y se sigue negando. "Sigo creyendo en ese Bloque, un Bloque ambicioso, situado en la izquierda, consecuentemente nacionalista y que se dirige a toda la sociedad, que quiere gobernar. Siento que sigo en ese BNG y si otros lo quieren mover, es problema e ellos", se defendió ayer y añadió que "no se ve" en Anova o Compromiso por Galiza, fuerzas surgidas de las escisiones.

La corriente de Aymerich, cuyos miembros se mantendrán de momento en el Bloque, ya expuso sus diferencias con el rumbo marcado en el BNG hacia el independentismo y acercándose a colectivos como Nós-UP o Causa Galiza, y lo que entiende una deriva radical. De hecho, Abrente presentó unas tesis alternativas al relatorio oficial que el domingo será aprobado, donde pulía aristas con un mensaje a favor de tender puentes con Anova. Aymerich, natural de Vigo pero residente a las afueras de A Coruña, casado y con dos hijos, incluso llegó a decir que la nueva hoja de ruta ideológica supone un retroceso de tres décadas, al tiempo que le disgusta el nombramiento de Vence, que ayer reconoció estar "sorprendido" por su renuncia a la Cámara, que se formalizará el lunes.

Aymerich acumula veinte años de militancia y fue portavoz del BNG en el Congreso y en el Parlamento autonómico, al que llegó en 2005 . Miembro del sector quintanista, lilderó la corriente que estos crearon como contrapeso a la UPG bajo la marca Máis Galiza, pero tras el cónclave de Amio ésta se deshizo. Parte de sus miembros crearon Compromiso por Galiza, otros se marcharon para casa y algunos, como Aymerich, se mantuvieron en el Bloque. Con ellos creó la corriente Abrente, muy debilitada tras varias fugas y que ahora queda aún más tocada con el adiós de la primera línea de su líder, que asegura quitarse un peso de encima. "No voy a mentir, es una cierta liberación en lo personal", reconoció.

La noticia sorprendió a Vence, que intentó integrar a Aymerich en la dirección. "Es una pena que no nos diesen la oportunidad de que la nueva dirección, en los próximos tiempos, pudiese demostrar lo que le dijimos: que habrá una política muy clara de integración de todos y que ellos deberían estar ahí", indicó ayer Vence.