El PSdeG comparte penurias económicas con el BNG, que también ha aplicado un ERE para despedir a la mitad de su plantilla. Con una deuda de 4 millones de euros y un desplome de sus ingresos debido a la caída de cinco escaños y la consecuente disminución de las subvenciones públicas, la formación incluso ha recurrido a reclamar a sus militantes una aportación extraordinaria de fondos de hasta 1.200 euros.

A través de una carta enviada a la militancia, desvelada por este diario, el portavoz nacional Guillerme Vázquez pidió un esfuerzo a los militantes, a los que si no especificaban su negativa a realizar ese donativo se les realizaría un cargo de 120 euros.

Mientras tanto, la debutante AGE, que ha logró 9 escaños, atraviesa un momento opuesto, con una inyección de capital de casi 400.000 euros anuales solo procedentes del Parlamento, más otros 116.000 por sus más de 200.000 votos y casi 140.000 por sus nueve escaños.

800 euros al mes

Los diputados del BNG aportan 800 euros mensuales de su nómina para financiar la organización frentista. En el PPdeG, los parlamentarios apartan para las arcas de la formación popular entre 150 y 200 euros. Todas estas donaciones, igual que la de los diputados socialistas, desgravan al fisco.