Los plazos acordados con las autoridades europeas para la reestructuración de las entidades que han recibido ayudas públicas en esta nueva tanda de inyecciones a cargo de los fondos comunitarios son lo suficientemente amplios como para que el Gobierno, propietario casi al 100% de todas las nacionalizadas y a punto de tomar posiciones de referencia en Mare Nostrum y Ceiss, cuente con margen también de sobra para decidir qué hace. Cómo y cuándo cumple con esos term sheets en cada uno de los bancos. Porque lo de agotar el calendario al límite, el año 2017, parece descartado tanto en Moncloa como en los propios grupos financieros afectados. De hecho, el Ministerio de Economía, junto con el Banco de España y el FROB, trabaja ya en la elaboración de "un plan estratégico" que guiará la gestión de sus elevados paquetes de capital en esta parte del sector.

En otras palabras, el camino a seguir con los ajustes impuestos en las entidades a cambio del dinero de Bruselas, junto con ese objetivo al que se agarra el ministro Luis de Guindos de "maximizar" el valor del negocio y limitar el impacto para el contribuyente. El mismo lo comentó el pasado martes tras participar en el Consejo de Ministros de la Unión Europea. Y en eso están todos los organismos implicados en la reforma financiera, según señalan fuentes conocedoras de las intenciones del Gobierno a FARO. Además, la hoja de ruta que se diseñe se dará a conocer, será pública "en las próximas semanas".

Una vez formalizada la venta de Banco de Valencia a Caixabank y en marcha la subasta exprés del Banco Gallego -el 5 de abril finaliza la presentación de ofertas vinculantes, con interés de Sabadell, Banesco y Etcheverría y el Espírito Santo-, toda la atención estaba en CatalunyaCaixa. La siguiente en protagonizar un concurso. Hasta que el pasado lunes el FROB optó por suspenderlo por las bajas ofertas presentadas y "adoptará las medidas que, en cada momento, se consideren oportunas", para buscar "la mejor opción". Un paso que marca otro giro en la reforma financiera.

Tal y como sostenían en el fondo y el Banco de España, tras la puja por la entidad catalana -inicialmente contemplada para el primer trimestre del año- iba Novagalicia. El escenario tras la suspensión del proceso con CatalunyaBanc deja la puerta abierta a muchas opciones. Aunque la integración pura y dura de cualquiera de las dos con Bankia, una de las posibilidades que se barajan en el sector, está, en principio, "totalmente descartada". "Se están analizando las mejores alternativas acordes a cada uno de los planes de resolución", resumen las mismas fuentes.