El presidente del Consello de la Cultura Galega (CCG), Ramón Villares, ha considerado que la labor "importante" que tendrá que realizar el futuro presidente de la Real Academia Galega (RAG), después de que el actual dirigente, Xosé Luis Méndez Ferrín, haya anunciado que abandonará el cargo, será "gestionar la dimensión histórica" de la institución.

"El cargo no es difícil, hay que tener una cierta ascendencia en la cultura gallega y una mínima capacidad de gestión y de representación institucional, aunque lo más importante de la academia es su poder simbólico, que hay que gestionar", ha asegurado Villares al ser preguntado sobre el perfil que debe tener el presidente de la institución en una entrevista concedida a la Cadena Ser, que recoge Europa Press.

En este sentido, ha manifestado estar "preocupado" por la situación derivada de la decisión de Ferrín de abandonar la Presidencia de la institución, tras ser acusado de nepotismo, y ha asegurado "estar a la espera" de la decisión que tome "la directiva en funciones".

De este modo, ha informado de que el Consello de la Cultura Galega "no puede hacer nada concreto" para solucionar la actual situación de la institución pues "lo que hace el CCG es practicar un modelo de gestión que quiere que se propague a las instituciones culturales" pero, como ha apuntado, "cada uno hace lo que estime conveniente".

Además, cuestionado sobre si Méndez Ferrín debería dar explicaciones por la contratación de familiares de los miembros de la Academia para desempeñar labores en la institución, Ramón Villares ha asegurado "no poder dar explicaciones que el propio Ferrín no da".

Situación de la cultura

En su intervención, Villares también ha mostrado su preocupación por la crisis y sus efectos en la cultura gallega. Así, ha abogado por reorientar la política cultural de Galicia sin centrarla exclusivamente en las infraestructuras como la Cidade da Cultura.

Precisamente, sobre el complejo cultural del Gaiás, el presidente do Consello da Cultura Galega ha ironizado con que la única inversión que necesita es "calefacción para que no se deteriore".

En este punto, ha abogado por un cambio de modelo al considerar que tener "contenedores" culturales "sólo sirvió como política fachada, de inauguraciones, de justificar campañas y objetivos políticos".

Asimismo, Villares ha considerado que, en la actual situación de crisis económica, la cultura "no se puede ver como un florero" pues "es esencial par