Con sus primeros presupuestos como titular de Facenda recién aprobados, ella es la primera en admitir que le tarda la llegada de buenas noticias. Pero arrancarle un atisbo de optimismo es imposible. "Prudencia", repite una y otra vez Elena Muñoz, que no disimula una sonrisa cuando se le pregunta si le gustaría ser la conselleira que anuncie una bajada de impuestos. La cosa parece lejana cuando no hay duda de que 2013 "será difícil todavía". Aunque, como el presidente Feijóo, ella se esfuerza por insistir en Galicia como un alumna aventajada en el control de las cuentas. La siguiente asignatura no será fácil para Muñoz, con el redimensionamiento de las administraciones, y que ella quiere curar "con eficiencia y profesionalización".

-¿Realmente lo peor de la crisis ha pasado?

-Es lo que esperamos y nuestras estimaciones apuntan a que efectivamente a finales de este año el ciclo cambie, se consolide en 2014 y en 2015 alcanzar tasas de crecimiento mucho más significativas.

-Desde luego, el conjunto del año será duro. El FMI habla de una caída del 1,5% y Bruselas de un 1,4%, frente al 0,5% estimado por el Gobierno.

-Nosotros también creemos que 2013 será difícil todavía y el cuadro macroeconómico para el presupuesto fija una estimación del 1,1% con el consenso de los datos de los organismos internacionales. Galicia mantendrá el diferencial positivo de dos décimas, hasta el 0,9%.

-Con lo que el Ejecutivo central acabará revisando sus cifras.

-Pensamos que desde luego tendrá que revisarlas, aunque ellos las consideran reales y esta misma semana se reafirmaban en ellas. Nosotros hemos sido siempre muy prudentes y queremos seguir siéndolo y optamos por tomar una evolución de consenso, en coherencia con lo que se hizo en presupuestos anteriores.

-Prudente, ¿y optimista?

-Evolución prudente.

-Un 0,9% a la vista de lo contemplado para el escenario nacional... Insisto. ¿Optimista?

-Esperemos que pesimista y que la modificación sea a mejor.

-¿A qué se agarra para decir que Galicia será la primera comunidad en salir de la crisis?

-A nuestros propios presupuestos. Es una evidencia. Ya en 2012 no tuvimos que tomar medidas tan difíciles como en otras comunidades, en las que aún analizan prioridades y vías para reducir su déficit público de forma significativa. Están centradas en ahorro y reducción del gasto, cuando Galicia ejecuta su capítulo de inversiones mejor que ninguna y puede, no solo seguir en la línea de la estabilidad, sino plantearse incentivos a la economía, como el fondo de crecimiento de 386 millones. Ése es el primer paso en esta legislatura para recuperar la senda del crecimiento.

-Está reconociendo que la austeridad como política de cabecera no lleva a ningún lado.

-Siempre dijimos que la austeridad por sí sola no es suficiente. Es necesaria porque si no pagas lo que debes, lo que consumes, y no adaptas tu gastos a los ingresos, no puedes plantearte la recuperación y, con la importancia y el peso que tiene la administración, no podríamos trasladar la estabilidad al resto de la economía.

-¿Por qué Galicia pasó de encabezar el recorte del déficit a un sexto lugar entre las cumplidoras, con un 1,19% en 2012?

-Siempre hemos mantenido una política de control del déficit, sin querer destacar por nada ni ser los primeros, aunque en la práctica nos haya convertido en referente. El dato de 2012 es bueno y además garantiza que lo estamos haciendo progresivamente y así nuestros ciudadanos no sufren los ajustes drásticos de una comunidad que tenga que reducir seis, cinco, cuatro puntos en un solo año.

-¿No se recortó más para evitar daño al ciudadano?

-Trabajamos por cumplir el objetivo marcado en el Consejo de Política Fiscal, como siempre, para contribuir a la solvencia de España. Las medidas de nuestro plan de reequilibrio, como en el empleo público o ahorro del gasto corriente, lograron mayores eficiencias y mejores resultados de lo esperado. Somos la administración gallega más barata para el ciudadano en toda la historia.

-Si 2012 no hubiera sido año electoral, ¿se hubiera atajado más el déficit?

-No. Las medidas estaban definidas ya antes de la convocatoria. Solo las ejecutamos.

-En 2015 prevén un crecimiento "significativo", dice, para crear empleo. ¿Qué tasa?

-Ahora más que nunca, sabemos que las previsiones son muy variables a medio plazo. Es prematuro dar una cifra.

-Si supone crear empleo, tiene que ser una tasa de peso.

-Los analistas dicen que para eso la tasa debe superar el 2%.

-La insólita colocación de 1.000 millones de deuda juntos, ¿fue un mensaje al Ministerio de Hacienda para demostrar que pueden acudir al mercado?

-No. La colocación se produjo porque había mucho interés de los inversores en Galicia, fruto del trabajo realizado y que aporta una imagen de comunidad solvente y fiable. Es una buena noticia que haya gente que gasta su dinero aquí y nos da tranquilidad en la liquidez. Otras tienen que ir al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA). Valoramos los mecanismos del Gobierno para dar liquidez a las comunidades, aunque no hayamos acudido a ellos. Ni al FLA ni al primer plan de proveedores, ni iremos tampoco al nuevo plan de proveedores de 2.600 millones que acaba de anunciar el presidente Rajoy.

-Con la bajada a 100 puntos en el diferencial respecto al Estado en la emisión de deuda, ¿Hacienda está obligando a todas las comunidades a ir al FLA? Parece imposible evitarlo.

-Por lo que nos han transmitido, su voluntad no es que todas vayan al FLA. Y no creo que sea bueno para la imagen exterior de España que todas vayan a un sistema estigmatizado desde su origen, creado para financiar a aquellas en dificultades, que no conseguían financiación del mercado. Eso lleva aparejado una serie de ajustes...

-La intervención.

-Efectivamente. No estamos en esa situación y en ningún caso nos lo planteamos.

-¿Han pedido un mecanismo alternativo de financiación?

-No, porque no hemos tenido problemas para acceder al mercado. No sé si otras lo han hecho. Compartimos la necesidad de controlar esos tipos de interés. No tomamos decisiones a la ligera, rechazamos muchas operaciones y esperamos para hacerlas más baratas -somos la comunidad en la que menos crece este año los gastos financieros, un 10%, frente al 40% de media-, pero Galicia está en condiciones de seguir financiándose aunque se rebaje el diferencial.

-Pero un 6% como están pagando es insostenible...

-Un 6%, como reconoció una consejera andaluza, es lo que están pagando las comunidades que fueron al FLA. Hasta el Tesoro está colocando a tipos inéditos. Por eso es tan necesario que nuestro país dé una imagen de estabilidad en las cuentas para generar confianza en los inversores y mejore la prima.

-El camino de la eficiencia pasa muchas veces por recorte de personal. ¿Es ése el caso de la Xunta ante el debate de redimensionar las administraciones?

-Nuestro planteamiento es una apuesta por la estabilidad del personal fijo. De ahí los concursos públicos que hemos convocado y la apuesta por garantizar esa estabilidad y mejorar la eficiencia. El absentismo se redujo un 41% desde 2008. Los empleados están actuando con la máxima responsabilidad. En nuestro programa electoral, y es una apuesta importantísima del Gobierno autonómico, está la ley del empleado público. La queremos presentar en este mismo año.

-¿En qué línea va el diseño del empleado público?

-En la profesionalización del personal y regular su carrera profesional.

-¿Centrada en la formación?

-En una administración, los trabajadores tienen que estar en permanente actualización. Ese interés por incrementar la formación tenía una valoración limitada y pretendemos que sea una de las claves para potenciar la carrera profesional. Que no sea solo vertical, sino también promover la carrera horizontal para incentivar a los trabajadores a una mejora en sus diferentes responsabilidades. La ley de función pública actualizada a los actuales tiempos es una vieja demanda del personal.

-¿Y los temporales e indefinidos? ¿Tienen motivos para tener temores? La reforma laboral da armas a las administraciones para un ERE.

-No hemos planteado ningún ERE y vamos a seguir por ahí. No tenemos pensado ningún ERE. Hay otras vías para ahorrar.

-¿Y para cuando la ley que prometió el presidente Feijóo para hacer funcionarios a 6.000 laborales fijos?

-Hay que tener en cuenta que es mucho personal laboral, ver en qué condiciones está, los requisitos a cumplir para esa funcionarización... Ir paso a paso. Hemos iniciado el análisis, pero es un proceso complejo, que llevará tiempo. No podemos poner una fecha concreta.

-Con la rotundidad de la normativa del FROB, ¿hay posibilidades reales en el contencioso de la antigua caja contra la reducción a cero del capital?

-Hay dudas de que esa operación fuera la correcta. La Xunta lo apoya. La fundación entiende que podría haber otras vías.

-¿Una ampliación convencional de capital?

-Claro. Otras vías para no perder completamente el capital.

-Es que había que inyectar 5.425 millones...

-Qué duda cabe que el estado del banco y las decisiones que se tuvieron que tomar son difíciles, pero la situación de la caja es muy especial.

-¿La financiará la Xunta?

-Aún no estamos en ese punto. Estamos en la creación, en la definición de sus estatutos. Cuando eche a andar y veamos el escenario que tiene que afrontar, seguiremos hablando.

-¿Cree realmente que es posible mantener a NCG independiente cuando Bruselas y el Gobierno apuntan a su venta a otra entidad?

-El contrato con Bruselas no descarta la entrada de inversores.

-No lo descarta, es que marca otro camino...

-La entidad dice que cumpliendo ese contrato cabe la posibilidad. Está viva en estos momentos. Nosotros tenemos que esperar a que lo que está afirmando el banco con esa seguridad realmente se confirme.

-¿En un plazo máximo hasta 2017?

-Es un plazo evidentemente largo para dar margen de maniobra. Pero probablemente no se consuma.